12 de diciembre de 2006
Yo soy uno de los Hermanos Monroy
Siempre tuvimos una vena humorística desde que éramos pequeños en San Gil, Santander. Le mamábamos gallo a todo el mundo y a las canciones. Yo imitaba al cura, a los profesores, al bobo del pueblo, cosa que no me quedaba difícil. Mis hermanos siempre tuvieron la capacidad para el humor y todos tocamos muchos instrumentos. Mi papá era un gran músico. Nosotros en la familia decimos que la vena artística la heredamos de mi papá y la vena várice, de mi mamá.
Los hermanos Monroy éramos Carlos, el que murió, que era el mayor, la voz baja, y el encargado de la percusión; Rafael, que es el chiquito en tamaño pero no en edad, él era la voz alta y tocaba la guitarra; luego Jorge, que es el que escribe los libretos de humor y toca guitarra, y por último estoy yo que soy el menor y siempre me encargué de las imitaciones y de algunos arreglos musicales. Toco acordeón y guitarra.
Nuestro mayor éxito lo tuvimos en la década del 80, eso fue lo máximo. Nosotros ocupamos primeros lugares en cuanto al humor en Colombia. En la televisión había semanas en que salíamos más que el padre García Herreros y nos invitaban a cuántoevento importante había, incluso les cuento que estuvimos en el reinado de Cartagena sin ser reinas.
Una vez en Medellín, mucha gente le hacía cola a Carlos para que le diera autógrafos, luego iban donde Rafael y Jorge. Yo aparecí por ahí y a una señora que estaba haciendo cola le firmé un papel, ella de inmediato salió con esta perla: "¿Ahora con estas cuatro firmas que le dan a uno?".
El grupo empezó a desaparecer en 1993 luego de veinte años de figuración artística. Surgieron otras agrupaciones que nos tomaron de ejemplo como Salpicón y Los Marinillos. Ellos con su juventud han hecho un buen trabajo y nosotros fuimos disminuyendo en nuestra popularidad.
Capítulo aparte y un homenaje le quiero hacer a mi hermano Carlos. A él le dio un tumor en la cabeza y esto lo fue mermando. Falleció a los cuatro años de haber terminado el grupo y siempre lo llevamos en el corazón.
Jorge y yo seguimos haciendo el espectáculo de los Hermanos Monroy por todos los Estados Unidos. Jorge me pica la lengua y yo hago los chistes. Aún siendo un dúo seguimos sacándole carcajadas a la comunidad colombiana. Rafael vive acá, pero se dedicó al negocio de bienes raíces que, al fin y al cabo, da más platica.
Da nostalgia la década del 80 en donde sí había programas musicales como el Show de Jimmy, el de Jorge Barón o Tierra colombiana que le daban participación al artista colombiano. La televisión desde que se volvió privada se llenó de realities y de otras cosas. Me queda la satisfacción por todo lo que se hizo, nos sentimos muy orgullosos de ver que el legado que dejamos no se ha acabado en las nuevas generaciones y eso lo vemos con Salpicón.
Los hermanos Monroy empezamos en la década del 70 con un programa de concurso de humor que se llamaba Operación Ja-Ja. Ahí ganamos muchas veces.