23 de junio de 2022
#TantraParaNerds
La penetración no solo es física
En la sexualidad sagrada, no basta con penetrar al amante de manera física. Quien logra penetrarlo energéticamente, genera esa conexión profunda y anhelada. Conozca cómo hacerlo eliminando algunos temores.
Por: Soho.coPor: María Lucía Banker*
El sexo elevado requiere un nivel profundo de comunicación entre usted y su pareja. Cuando siente una conexión de corazón a corazón, la comunicación se convierte en comunión y hacer el amor puede llevarlo a una experiencia de éxtasis. Sin embargo, el intento de crear esta conexión profunda en una relación es un reto, que a menudo provoca temores. Algunas personas tratan de ignorar tales temores y evitan mencionarlos a toda costa. Otros, por el contrario, pasan mucho tiempo hablando de ellos, centrándose en una comunicación racional, en ideas y conceptos porque no quieren arriesgarse a abrirse y ser emocionalmente vulnerables con el otro.
Sin embargo, el amor es una experiencia que genera tanta apertura, que a menudo crea situaciones en las que surgen temores a pesar de nuestros intentos de racionalizarlos. Por ejemplo, frecuentemente cuando más deseamos a alguien, más miedo tenemos de mostrar nuestros sentimientos, pensando “¿y si le abro todo mi corazón, me rechazará?”. Creemos que expresar miedos o pensamientos negativos sobre una pareja creará distancia. En realidad, decir la verdad resulta sanador. Y si aprendemos a recibirlo, crea intimidad en vez de distanciamiento.
A medida que usted se permita explorar un sexo elevado de manera más profunda, también es probable que surjan sentimientos de inseguridad o dolor durante las prácticas tántricas. De todos modos, estas prácticas tienen el mismo efecto que el amor: despiertan hermosos sentimientos, pero al hacerlo, permiten que afloren viejos resentimientos no expresados de experiencias sexuales difíciles del pasado. Por ejemplo, puede sentirse preparado para comenzar una práctica tántrica; sin embargo, poco después, es posible que se sorprenda al descubrir que tiene miedo. Estos sentimientos son normales. De hecho, son señales positivas porque cuando reaparecen emociones escondidas, esto demuestra que usted está permitiendo más energía en su sistema. Está progresando al romper con patrones limitantes de comportamiento.
Los antiguos griegos llamaban a estos miedos y resistencias “nuestros demonios”, los tibetanos los llamaban “monstruos”. Cada tradición espiritual y método de crecimiento interior se refiere a ellos con diferentes términos, y ofrecen diversas formas de lidiarlos. Sin embargo, todas las tradiciones coinciden en un punto: si sabe permanecer consciente y centrado en usted mismo cuando salen esos demonios, podrá verlos de frente, aceptarlos, hacerse amigo de ellos para que se conviertan en aliados en lugar de enemigos, y de esta forma, trascenderlos.
El propósito del sexo elevado es dominar gradualmente estos demonios, reconocer su aprensión y revelársela a su pareja de una manera que sea curativa para ambos. Entonces, cuando ambos hayan hablado abiertamente sobre sus miedos, pueden encontrar que un vínculo de confianza ha comenzado a desarrollarse entre ustedes. Puede comenzar a sentir que pueden ser más espontáneos, relajados y abiertos entre sí sobre asuntos relacionados con su vida amorosa. Ese llamado a bajar cada vez más la guardia es precisamente el reto del sexo elevado porque relacionarse de manera desprevenida con su pareja abre la puerta al éxtasis sexual.
Este es un riesgo que solo puede correr cuando usted se siente aceptado por la otra persona. Hay una especie de apertura progresiva que sucede cuando se entabla la confianza. Cuanta más confianza depositan en usted, más se siente aceptada su pareja. Cuanto más siente que lo acepta, más abierto y vulnerable puedo ser con usted. Cuanto más abiertos y vulnerables seamos unos con otros, más intimidad podremos compartir. Cuanta más intimidad compartamos, más crecerá el amor.
La confianza es también una forma de describir la amistad que puede desarrollarse entre la pareja cuando han pasado la etapa del “enamoramiento”, cuando comienzan a ver y confrontar las diferencias, cuando uno de los dos desea hacer el amor y el otro no, o cuando uno de los dos desea que se le acaricie de cierta manera que el otro no encuentra atractiva. En este contexto, la confianza significa que van más allá de estas contradicciones, hay un sentido de compromiso más amplio. Sienten que hay en un camino común y que la interacción entre ustedes les enseña a ambos cómo volverse más maduros y comprensivos. En un ambiente de confianza, usted no culpa a su pareja por no cumplir sus deseos. Usted acepta el hecho de que en cierto modo son diferentes, y, al mismo tiempo, reconoce que ambos aportan regalos invaluables a la relación que pueden hacerla gratificante.
Cuando una persona decide replantear todo el tema del placer y la satisfacción sexual, también se da cuenta de lo que se estaba perdiendo. Se dará cuenta que puede ser penetrado únicamente de manera física, pero no de manera energética. Podrá incluso sentirse, como si no lo hubieran tocado en lo absoluto.
El sexo elevado no es compatible con la evasión de sentimientos porque al ocultar lo que se siente, se crea una división dentro de usted, lo que le impide hacer el amor de manera integrada, es decir, involucrando todo su corazón. El propósito ulterior del sexo elevado es penetrar en la experiencia lo más profundamente posible. El proceso de exponer y compartir sentimientos negativos permite una gran oportunidad para desarrollar no solo las habilidades para hacer el amor, sino el resto de su relación.
A menudo trabajo con parejas que no entienden por qué ya no se sienten sexualmente atraídos el uno por el otro, a pesar de que dicen amarse. Después de algunas sesiones, se hace evidente que albergan resentimientos que se han acumulado con el tiempo. Cuando se acercan, se sienten emocionalmente ahogados y, en consecuencia, sexualmente apagados. Tienen miedo de decir la verdad sobre sus sentimientos porque sienten que lastimarán a la otra persona o que la relación se afectará como resultado. Por eso, recurren a una nueva forma de abordar la sexualidad.
El sexo tradicional, tal como lo conocemos, se agota con el tiempo. La manera de lograr una conexión profunda que no se desgaste con la rutina y con los años es la apertura total hacia el otro. ¡Penetrando en lo esencial, el sexo adquiere otra dimensión!
*Experta en Sexualidad Consciente y Tantra
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