22 de junio de 2022
Sexualidad
«Queening»: la práctica para tener relaciones como si fuera de la realeza
En la intimidad hay un sinfín de posibilidades para que las parejas sean creativas en la relación y lleven una noche de pasión a otro nivel. Así es el «queening».
Por: SoHoEn repetidas ocasiones, hemos estudiado la gran variedad de opciones que existen para disfrutar de la intimidad en la cama, para que tanto el hombre como la mujer tengan el máximo disfrute posible, ya que, a la hora de cualquier práctica sexual, el objetivo es el placer.
Aunque para muchos, en especial los religiosos, el sexo es una actividad pecaminosa, ya que un acto sexual solo debe ejecutarse para concebir y reproducirse como especie humana, la lujuria es divertida y la mayoría de personas disfrutan de su sexualidad de manera amplia y sin tabú.
Sin embargo, también existen personas que a pesar de que disfrutan de la actividad sexual, solo conocen prácticas tradicionales o muy comunes para divertirse en pareja, aunque la variedad de posibilidades sea casi infinita.
Los orales como protagonistas del orgasmo
Para nadie es un secreto que el sexo oral prende tanto a hombres como a mujeres, ya que a ambos les excita la sensación que provoca la boca y la lengua de su pareja en sus genitales, pero para disfrutar de un buen oral hay diversas técnicas y posiciones que deberían conocerse.
Hay una práctica que es conocida en inglés como queening y en español podría traducirse como la posición de la reina. Ya con esta introducción vamos descubriendo que esta postura es principalmente para que la mujer se sienta como una diosa, pero el hombre también disfrutará en exceso, puesto que la pose implica tener las nalgas de su pareja donde siempre ha querido: en su cara.
Tal como lo acaba de leer, existe un nombre más elegante para que usted puede pedirle a su pareja que se siente en su cara, puesto que esta, es el trono para el trasero que usted podrá lamer. Aunque parezca una práctica novedosa, de acuerdo con Urban Dictionary, un sitio que se encarga de explicar el lenguaje cotidiano, este concepto proviene del Antiguo Egipto.
Según el portal, esta actividad ya se realizaba en esa época donde se buscaban formas de dar placer a la mujer sin quitarle la corona. Tal como explica Urban Dictionary el queening es “un arte antiguo en el que una mujer presiona y frota sus genitales y/o su ano contra la lengua, los labios y la nariz de su subordinado”.
La posición puede ser bastante cómoda si sabe acomodar, pues solo será necesario que el hombre se acueste recto sobre la cama mientras que la mujer se ubica en cuclillas sobre la cabeza del que podría llamarse ‘esclavo’ para frotar su clítoris contra la nariz o la boca del hombre.
Claro está que el hombre no necesariamente debe quedarse como estatua, pues puede masajear los glúteos de la mujer o mover de manera delicada su cabeza para entrar en la vagina con la lengua.
Tal como menciona Gigi Engle, ACS, educadora sexual certificada y autora de All The F*cking Mistakes: a guide to sex, love, and life, el queening “es una posición estupenda para los orgasmos porque se centra en el clítoris, que es la clave para los orgasmos femeninos cisgénero. Hay una sensación de dominio o de ser adorado por tu pareja, que puede ser muy sexy. Realmente subvierte muchas de las narrativas que tenemos en torno a las mujeres que son sumisas a los hombres —en las relaciones heterosexuales cisgénero— porque la mujer está siendo servida y adorada”, recoge el portal Men’s Health.