23 de mayo de 2018
Sexo
Meditar antes de tirar
¿Está insatisfecho con su vida sexual? Le tenemos la solución. Además, le contamos sobre los vibradores hackeados, el juguete sexual preferido por las mujeres y la teoría que asegura que los heterosexuales realmente no existen.
Por: SoHoPara los que están insatisfechos con su vida sexual, hay un montón de alternativas a las que pueden recurrir. Pero para Lori Brotto —psicóloga e investigadora de la Universidad de Columbia Británica, una de las expertas más destacadas del mundo en deseo sexual y trastornos de la excitación— realmente solo hay una solución. Se trata, en pocas palabras, de estar presente en el momento, con toda la atención posible. Sin esto, dice, es imposible tener sexo placentero. Y la meditación es la clave para lograrlo, porque el estrés diario provoca que cada vez sea más difícil despejar la mente y concentrarse, incluso a la hora de tener sexo. ¿Recuerda esa vez que estaba con su novia en la intimidad pero realmente estaba pensando en la presentación que tenía al otro día? Mediante los ejercicios que propone Brotto en su terapia es posible llegar a ese estado de paz mental que permite estar consciente de cada sensación y disfrutar sin preocupaciones.
Uno de los tipos de meditación planteados por la autora consiste en sentarse o pararse espalda contra espalda con su pareja durante 15 minutos y concentrarse en los puntos del cuerpo que se tocan. Otro sugiere que se toquen primero el uno al otro por turnos y luego, simultáneamente. Otras actividades que aconseja —más comunes y para practicar solos— son masturbarse y pararse desnudo frente a un espejo para examinarse de pies a cabeza. Puede sonar simple, pero está demostrado que tomarse el tiempo para estas prácticas tiene un impacto positivo en mujeres a las que les cuesta tener un orgasmo, hombres con disfunción eréctil o, simplemente, parejas que llevan mucho tiempo juntas y que a fuerza de costumbre han dejado de disfrutar del sexo como antes.
Los heteros no existen
Así como lo lee. O al menos eso es lo que piensa Ritch Savin-Williams, psicólogo e investigador de la Universidad Cornell. Según él, nadie es ciento por ciento hetero y tanto hombres como mujeres se sienten atraídos por ambos sexos. De hecho, afirma que cada vez es más común que los hombres se identifiquen como “principalmente heteros”, pero no “exclusivamente heteros”. Su teoría se basa en un estudio en el que mostraba porno a los voluntarios mientras medía su dilatación de la pupila, un indicador de excitación. Así comprobó que, sin importar su orientación sexual, las mujeres se excitaron viendo a parejas teniendo sexo (hombre y mujer y mujer con mujer), y los hombres se excitaron cada vez que un hombre o una mujer se masturbaban. Sin embargo, afirma que los hombres difícilmente admitirían atracción por su propio género.
Lo que ellas quieren
Muchos le atribuyen a la película Cincuenta sombras de Grey que las mujeres sean hoy más arriesgadas durante el sexo y quieran explorar más con juguetes sexuales. Precisamente hubo uno que se disparó en ventas después de la cinta: las bolas Kegel. Luego de que lo usaran en una escena, se convirtió en el producto estrella de OhMiBod, una de las empresas más grandes de la industria sexual. El beneficio de las bolas Kegel es que ayudan a fortalecer muchísimo los músculos pélvicos y, por ende, a tener mejores orgasmos. Además, es recomendable para mujeres que ya han tenido un hijo o que sufren de incontinencia. Es decir, no solo es bueno para el placer sexual, sino también para mejorar la salud.
¿Vibradores hackeados?
La inseguridad cibernética llegó a otro nivel. Como cada vez los vibradores son más tecnológicos, la gran mayoría se conectan a aplicaciones que permiten controlarlos remotamente o tienen cámaras que permiten enviar fotos y videos a dispositivos móviles. El problema es que también se pueden hackear fácilmente para extraer información personal del usuario y usarla para todo tipo de delitos, desde chantaje hasta suplantación de identidad. Puede sonar ridículo, pero es un problema tan serio que ya hasta el Parlamento del Reino Unido está discutiéndolo para tomar medidas.