“Fue más emocionante obtener la licencia de conducción que la cédula”: Stefanía Hernández gerente de Taxis Libres

Luego de que en 1986 su padre, José Eduardo Hernández, fundara junto al representante de taxistas Uldarico Peña la empresa de Taxis Libres, la infancia, adolescencia y juventud de Stefanía Hernández estuvo marcada por los corredores de esta idea de negocio y los populares carros amarillos. “He estado en el mundo del taxismo prácticamente desde que nací”, comentó en diálogo con SoHo.

Fue así como su pasión por los carros fue tomando tanta fuerza que, aseguró, le causó mucha más emoción obtener su licencia de conducción a los 16 años, que su cédula de ciudadanía a los 18. “Para mí fue más emocionante obtener la licencia de conducción que incluso la misma cédula de ciudadanía, obtuve la licencia de conducción a los 16 años desde que se está permitido aquí en Colombia”.

Además, aunque resulte paradójico, reveló que pese a que su papá siempre ha llevado “la batuta” en este gremio de taxistas, quien le enseñó a conducir fue su mamá antes de realizar formalmente el curso de conducción para tener en sus manos ese documento que le permitiría movilizarse con tranquilidad en un vehículo —lo que tanto anhelaba desde niña—.

El ejemplo de un visionario

Al hablar de su padre, Stefanía no duda en destacar sus cualidades como “líder, visionario y un empresario que vio el taxismo de una forma integral” para crear su empresa Radio Taxi Aeropuerto que después se convirtió en Taxis Libres. Por esta razón, con firmeza recuerda que surgieron “en el Aeropuerto Internacional El Dorado con la visión de poder organizar (el gremio de taxistas) y que el fundamento sea la profesionalización de los conductores”.

Enfocados en ese objetivo, empezaron a ganar el respeto y admiración de la ciudadanía por la impecable presentación de los conductores que siempre están presentes en el aeropuerto, mencionó antes de recalcar que lo más importante para la compañía es la parte humana que, en ese caso, la conforman los conductores, propietarios de los carros y pasajeros.

Los errores han sido claves en su proceso de formación

Antes de estar al frente de de la compañía, Stefanía recordó con picardía el momento en el que se lanzó a ser operadora de radio empírica hace 10 años, “cuando era el boom con los radio teléfonos”, sin embargo, los conductores notaron enseguida su falta de experiencia. “Empezaron a decir: ‘¡Ah! la nueva es un buñuelo completo, o sea no sabe ni hablar de direcciones”, expresó entre risas afirmando que para cada proceso hay una inducción, pero ella quiso probar suerte apenas vio la oportunidad.

Después de esto, más allá de sentir vergüenza por lo que pasó, Hernández aprendió de sus errores y los ha tomado como puntos claves en su proceso de formación para que la empresa que fundó su padre siga evolucionando. “Muchas personas dicen: ‘¡Ah! Pero qué bueno que Uber y otras plataformas les abrieron los ojos a Taxis Libres’, pero la realidad es que nosotros iniciamos con la plataforma tecnológica previo a que llegara Uber”, precisó.

No obstante, resaltó que las plataformas de movilidad en general son muy buenas y afirmó que la competencia también porque, desde su perspectiva, los impulsa a mejorar cada día.

Su mayor desafío, liderar un gremio en el que la mayoría de representantes son hombres

“Lo que vemos en nuestro sistema es que el 98 % viene siendo hombres como se comporta el mercado. Actualmente, hay 610 mujeres”, explicó antes de confirmar que moverse como cabeza directiva no ha sido una tarea fácil, pero afortunadamente ha forjado el carácter necesario para ganarse el respeto y admiración de los conductores y todo su equipo de trabajo.

Con su tono de voz y postura firme, segura y a la vez abierta al diálogo, Stefanía Hernández recorre los pasillos del Centro Comercial Carrera, especializado en servicios para los taxistas, comentando con orgullo que lleva ocho años al mando de la compañía, creando e implementando diversos procesos tecnológicos, formativos y de modernización.

Si bien es cierto que contó con la guía del señor Uldarico para llegar a ser gerente, el estudio ha sido otra de sus claves en este proceso, se graduó como administradora de empresas, tiene dos especializaciones; una en gestión tecnológica y otra en gestión financiera, se formó en Berkeley y en el Babson College de Estados Unidos y ahora se encuentra terminando una maestría en estrategia de innovación y competitividad en la Universidad Javeriana.

Antes de ser gerente, dirigía el departamento de tecnología. Este ha sido el valor agregado que le ha brindado a la compañía porque para la millenial que hoy en día tiene 31 años, su enfoque ha sido la “innovación abierta en conjunto con los aliados conductores, con los aliados propietarios y los viajeros”.

Y sí, ha manejado taxi

Aunque esta experiencia no ha sido 100 % profesional como taxista, señaló que tuvo la oportunidad de conducir un Citroen C-Elysée, el único taxi automático en el mercado. “Sé conducir también mecánico pero, de hecho, fue más un experimento, pues para recibir servicios desde la plataforma tecnológica porque no es solo poder pensar desde un escritorio, sino ir al campo y ver cómo está nuestro producto”, indicó.

Historias de taxistas

Así como hay una gran variedad de profesionales en el gremio, las historias también son bastante diversas, pues han llegado a ser testigos de nacimientos en sus vehículos, han sido recompensados con propinas de hasta un millón de pesos y hasta se han visto envueltos en rupturas amorosas por delatar infidelidades.

La historia de la propina de un millón de pesos la protagonizó un conductor que dejó de trabajar durante cinco días para acompañar a su esposa en la recuperación de una enfermedad que tenía. “Él le decía a su esposa: ‘bueno, Dios proveerá. Esperemos, pero yo quiero estar con usted’”, contó Stefanía con una sonrisa en su rostro por la satisfacción que sintió al saber que al retomar su labor recibió esta recompensa por parte de un turista extranjero agradecido por el buen servicio que le brindó.

El caso del conductor que se vio involucrado en una ruptura amorosa por infidelidad se dio cuando recogió a un pasajero en un motel y lo llevó hasta Modelia, donde se bajó sin pagarle la carrera. En ese momento, el taxista se dio cuenta a qué casa entró y asistió en compañía de la Policía sin imaginar que terminaría revelando sus intimidades a su esposa, quien le abrió la puerta y le pidió que le explicara por qué estaba buscando a su esposo.

“Le pagó $50 000 y le dijo: ‘tome el cambio usted antes me hizo un favor’ y terminó sacando al señor de la casa. En lugar de llevarse los $18 000 que costó el servicio, terminó ganando 32 000″, recordó Stefanía todavía impactada con esta curiosa historia de uno de sus aliados conductores.

Es así como entre historias, anécdotas y avances tecnológicos, Stefanía Hernández ha demostrado que su padre no se equivocó al elegirla como gerente de Taxis Libres y el señor Uldarico Peña podría estar igual de convencido al dejar bajo su responsabilidad “la empresa del futuro” que tanto buscaba.