La rutina de un fotógrafo erótico: “todas las mujeres tienen un lado sexy”

Al fondo se veían los lienzos de cuatro de sus mejores fotografías. Estaba nervioso. Usaba jean, gorra y una camisa negra. Se situó justo en frente de la cámara. Chequeó la iluminación. Le subió al sonido. Se puso los AirPods. Respiró profundo. Revisó varias veces la posición de los cuadros que estaban a su espalda. Estaba listo para su primera entrevista.

James Hernández es un fotógrafo de 41 años que sueña con algún día vender sus mejores fotografías a un multimillonario que aprecie verdaderamente lo que significa el arte erótico. “La del fondo es una de mis favoritas sobre todo por la anécdota que tiene detrás. Recuerdo que ese día había perdido mi vuelo a Cali desde Bogotá. Estaba achantado. Llamé a mi amigo con el que me estaba quedando y me dijo: ‘vengase más bien para el apartamento, llamo una amiga y nos ponemos a trabajar’. Cuando llegué había una chica de unos 19 años. La vi simple y sin actitud. No creía que se le midiera o fuera a salir algo increíble con ella. Era callada. Parecía reprimida. Comenzamos tomándonos unas copas de vino. Estábamos en plan de amigos, sin presión. Cuando llegó el momento, ella se soltó. Fue como si hubiese visto el lente y ¡wow! de repente era otra persona. Esa chica se transformó completamente. Duramos toda la noche haciendo fotos y de ahí salió esta”, y señala esa imagen donde la sensualidad y la belleza son los principales protagonistas.

Esta es su foto favorita:

El caleño se tomó muy en serio este tipo de fotografía. Empezó en el año 2011 cuando su maestro Mario Ponce de León, uno de los fotógrafos más destacados de la década, le dijo que tenía una forma única de observar y sacarles provecho a las siluetas femeninas. De hecho, fue ahí donde descubrió que el cuerpo de la mujer —para el lente de su cámara— era un bello paisaje cubierto de divinas formas.

“Muchos ven mi trabajo y lo catalogan como pornográfico porque no pueden abrir la mente y ver el cuerpo humano como un arte. No entienden que esto no es explícito; el erotismo consiste en jugar con las luces, manejar los encuadres, es una habilidad auténtica de llevar el cuerpo femenino hacia el arte y no hacia lo vulgar”, expresó James de forma muy emotiva.

¿Cómo es estar en una sesión de fotos con James?

“Mi experiencia con él es muy curiosa. Soy profesora de primera infancia y en la vida se me hubiera ocurrido hacer fotos con tono erótico porque siempre uno cuida su imagen como ‘la maestra miel’. Jajaja estaba bastante reacia cuando lo conocí. Él dijo que veía potencial en mí, yo la verdad solo quería fotos bonitas y le advertí: “no pienso hacer desnudos ni nada sugerente”, contó Lorena Restrepo, amiga y cliente del fotógrafo.

“Nuestra primera sesión fue en un motel de la ciudad de Cali, muy bonito por cierto. Sentí muchos nervios. Pero después de las primeras tomas, vi mi registro sin edición y me solté. Literalmente me liberé, deje salir mi otro yo, sentí que estaba reprimiendo algo y en ese momento salió todo lo que no sabía que me había guardado. Desde entonces esa parte se apoderó de mí. Iniciamos como en 2018 y aún sigo trabajando con él”, agregó la sensual profe.

Para Lorena, ver su reflejo a través del lente la llenó de seguridad. A partir de entonces disfruta de la lencería y la desnudez de una forma más natural. “Realmente siento que el ejercicio tuvo un impacto en mí. James me pegó ese empujoncito que me hacía falta para desarrollar esa parte sexy, erótica y provocadora que hay en mi interior (risas), creo que si me vieran en mi diario vivir jamás pensarían que hago las fotos que hago con James”, concluyó Restrepo.

Esta es otra de las fotografías favoritas del caleño:

¿Cómo trabaja con sus modelos para lograr una buena sesión?

• Lo primero es que la modelo debe ser muy segura de sí misma, que confié en ella, en su cuerpo y sus capacidades.
• Lo segundo es que debe establecerse una conexión entre el fotógrafo y la modelo. Es un proceso que requiere confianza, respeto y profesionalismo.
• Lo tercero es un trabajo en equipo que requiere gusto y pasión por el erotismo.

“Mi maestro me enseñó sobre la psicología del retrato que tiene que ver con poder entrar en la mente de la persona. Todo empieza con un ‘hola ¿cómo estás?’ y surge la conversación. Me gusta ‘escarbar’ en la cabeza de ellas para conocerlas mejor y crear esa conexión. De hecho, podría asegurar que al 98 % de las mujeres les gustaría verse reflejadas de una manera muy erótica. El problema es que muchas lo reprimen y les da miedo por ‘el qué dirán’ de la sociedad”, dijo Hernández, mientras se acomodaba en la silla del estudio y se notaba como intentaba recordar el desarrollo de su producción artística y hacía un análisis de lo que había visto en sus modelos.

“Me gusta que me tomen fotografías. En especial si es ligera de ropa. Es decir, tengo inseguridades como cualquier mujer. Pero ese estilo de fotos son algo que quisiera tener dentro de mis recuerdos. Llegar a tener 50 años y recordar cuando mi cuerpo estaba joven y bello. Uf, de solo imaginarlo me genera suspiros, como Rose en la película de Titanic cuando Jack la pinta desnuda con esa hermosa piedra en el cuello y ella se ve muchos años después, eso mismo, me sueño en el futuro, por eso pienso que toda mujer debería hacerse un retrato desnuda”, relató Valentina Rueda, abogada y modelo de Bucaramanga.

Dentro de los perfiles de mujeres que más fotografía James están: médicas, abogadas, arquitectas, psicólogas, profesoras de preescolar, enfermeras, estudiantes, modelos, cantantes, presentadoras, asesoras, secretarias y muchas más. Mujeres que firmaron un contrato con el caleño con la intención de exhibir su lado más sexy.

Una sesión con el fotógrafo tiene un valor aproximado de $800 000, sin viáticos, de ahí salen entre 8 y 10 fotos. Según el profesional, el número de mujeres que pagan por hacerse este tipo de fotos ha incrementado en los últimos años. Esto debido a plataformas digitales como OnlyFans, Instagram o Feet Finder. “En mi trabajo me siento en la capacidad de demostrarle a cualquier mujer que tiene un lado sexy, sin importar si es modelo o no”, resaltó el caleño, pensando en que ha hecho instantáneas con diferentes cuerpos y no únicamente con el prototipo.

Una de sus técnicas favoritas es combinar el agua con la sensualidad “en varias de mis fotos empleó agua. Me gusta el efecto que generan las gotas de agua sobre la piel. También como luce el cuerpo femenino sumergido en agua. Cuando me enfoco en detalles mínimos y poco perceptibles a la vista logró imágenes que resaltan los poros y bellos de la piel”, nos contaba el experto, un poco más relajado durante la entrevista.

Cuando el caleño coge una cámara, su mundo cambia, empieza a ver todo en términos de luz, el cuerpo femenino completo pasa a un segundo plano y en su mente, comienza a ver figuras y formas. Para él, dedicarse a este tipo de fotografía requiere de concentración, gusto y profesionalismo.

¿Cuál es el principal desafío de un fotógrafo erótico?

“Siempre busco la mejor parte del cuerpo. Todas las mujeres están llenas de inseguridades, es normal, estrías, celulitis, gorditos, es por eso que la parte de las entrevistas previas son tan importantes, porque es una fase clave para averiguar lo que le gusta o no a la persona. De esa manera puedo evitar enfocarme en las zonas que no las hace sentirse seguras, de lo contrario, la modelo puede cerrarse”, afirmó James.

Al igual que muchos otros artistas, a él le cerraron su cuenta de Instagram en 2014 por incumplir las políticas de desnudo, por esa doble moral que hay en esa red social; no obstante, insiste en que su trabajo es arte. “Siempre hay polémica por los pezones, por ejemplo, porque se ven mucho o por las transparencias, entonces a muchos nos toca reprimir gran parte de nuestras obras y buscar otras plataformas como OnlyFans. Sin embargo, crear perfiles no es fácil, mucho menos cuando son fotos de terceros (como en mi caso)”, dijo el caleño.

Además de las penalidades de Instagram, este estilo de fotografía sigue siendo señalado por la sociedad. El caleño guarda celosamente sus archivos en disco duro encriptado para evitar malos entendidos. Este año planea sacar su primer libro inspirado en las obras de Frank De Mulder, su mayor referente de arte erótico, quien tiene más de 4 libros.

“Sueño con que mis fotos puedan ser vistas como parte de la decoración de una casa, que sean exhibidas con orgullo en una sala por ejemplo. El erotismo no necesariamente es desnudo, se pueden hacer fotos con prendas cotidianas. Mi trabajo es encargarme de que las fotos sean lo suficientemente buenas para que las puedan mostrar con orgullo”, concluyó el profesional.

Una larga guía de cómo debería ser el desarrollo de una sesión de fotos

1. Lo primero es iniciar una conversación
2. Ir descubriendo los gustos, inspiraciones y disgustos de la modelo
3. Cuadrar una cita
4. Intercambias ideas
5. Definir una temática o varias
6. Firmar un contrato de privacidad y copyright
7. Programar la sesión
8. Elegir el vestuario, maquillaje y la locación
9. Llegado el día, se hace un precalentamiento con ropa en la locación
10. Se cuadran las luces y demás detalles
11. Si hay conexión entre fotógrafo y modelo, ella misma se va quitando la ropa
12. Una sesión puede durar de 2 a 3 horas
13. Si no hay conexión con la modelo se hace cambio de vestuario y termina la sesión
14. Finalmente, se seleccionan las mejores fotos
15. De ser exitoso, el retrato de la modelo puede llegar a ser hasta un referente artístico