Farra entre curas y policías en iglesia terminó en balacera en Bogotá

El hecho ocurrió en el barrio Juan Rey, en la parte alta de la localidad de San Cristóbal al sur de Bogotá, entre la noche del pasado viernes 28 de abril y la madrugada del sábado 29. Las primeras versiones del caso indican que inicialmente fueron los sacerdotes quienes empezaron a consumir licor en la casa cural de la iglesia de este sector.

Minutos más tarde, se sumaron a su reunión dos uniformados que estaban de servicio y llegaron al lugar tras haber recibido la invitación directamente por parte de los curas. Aunque la intención principal era que los sacerdotes querían mostrarles un arma ilegal que tenían guardada en este recinto religioso, al reunirse se enfocaron a consumir bebidas alcohólicas durante horas hasta que, al parecer, perdieron el control de la situación.

Pese a que el hecho todavía es materia de investigación por parte de las autoridades, se conoce que uno de los policías resultó herido tras haber recibido un disparo en el corazón que le propinó uno de los curas, pero hasta el momento se desconoce el motivo de su accionar.

Debido a la gravedad de la herida, el subintendente identificado como Jesús Daniel Cortés, fue trasladado al hospital La Victoria, donde se debate entre la vida y la muerte porque, según señala el parte médico, presenta un trauma cardiaco severo y su pronóstico por ahora es reservado.

Datos sobre los sacerdotes involucrados en esta tragedia

Los curas fueron identificados como Miguel Ángel González Joya y Frank Castro Guzmán, cuya captura se realizó apenas se reportó el caso para responder y explicar qué fue lo que pasó. Sin embargo, las autoridades informaron que minutos más tarde, en la mañana de este martes 2 de mayo, quedaron en libertad mientras se realizan las respectivas investigaciones.

Por otro lado, indicaron que los uniformados en servicio involucrados en el caso no consumieron bebidas alcohólicas debido a que las pruebas que les realizaron salieron negativas.

Hipótesis del caso

Por el momento, se maneja la hipótesis de un posible accidente debido a que eran los únicos que se encontraban en el lugar, sin embargo, las autoridades están manejando el hecho con total hermetismo y aún no se ha dado a conocer la versión oficial.

En declaraciones citadas por el medio Q’HUBO, una fuente policial fue quien confirmó que la víctima tenía el grado de subteniente y había recibido el disparo a la altura del pecho. “Todo lo sucedido está por establecer porque es muy confuso y los únicos presentes, además de la víctima, son los indiciados. Se sabe, eso sí, que los hechos sucedieron al interior de un centro religioso y que hubo un disparo’', comentó.

Además, indicó que “según la comunidad en las labores de vecindario desarrolladas, los implicados estarían consumiendo bebidas alcohólicas y en medio de la reunión el disparo habría sido ocasionado de forma accidental. Esa es la única información hasta el momento. Los religiosos fueron capturados, además de lo evidente, por porte ilegal de armas’”.