Envían a la cárcel a mujer por haber humillado a su esposo por más de 20 años

Se trata de Sheree Spencer, una mujer de 45 años y madre de tres hijos, quien fue sentenciada en Reino Unido a cuatro años de cárcel, de acuerdo con el veredicto del Tribunal de la Corona de Hull, que citó el diario británico Daily Mail, por haber hecho de la vida de su esposo identificado como Richard Spencer, todo un infierno durante más de 20 años.

El hombre era víctima no solo de maltratos verbales y tratos humillantes como obligarlo a limpiar sus propias heces dentro de la casa, sino de golpes tan fuertes que en ocasiones quedaba casi inmóvil.

En uno de sus episodios de violencia su esposa lo golpeó con una botella de vino tan fuerte, que terminó desfigurándole una de sus orejas con efectos irreversibles. De acuerdo con las investigaciones del caso, esas agresiones incluían patadas, puñetazos, mordiscos y hasta lo escupía. Como si fuera poco, dañaba sus elementos de trabajo, teléfonos y ropa.

El inicio del infierno

Los malos tratos iniciaron a los pocos meses de convertirse en pareja en el año 2000, cuando Richard apenas empezó a notar con asombro los ataques de ira violentos que tenía la mujer, que se presentaban cuando estaba pasada de tragos o sobria.

Aunque él era físicamente más grande y fuerte que su esposa, nunca le respondió con golpes, según declaró. De hecho, aseguró que se volvió casi inmune al abuso físico del que era víctima, a pesar de que a veces sí sentía dolor con ciertas acciones como los mordiscos.

Según su testimonio, lo más difícil de superar serán esas cicatrices mentales que le dejó el comportamiento violento de su pareja. “Desde septiembre del año 2000 hasta junio de 2021, Sheree me sometió a cientos de episodios de abuso físico, mental y emocional perpetrados en un patrón de comportamiento que se remonta a más de 20 años, casi la mitad de mi vida”, comentó Spencer en la corte.

Y agregó: “El abuso de Sheree hacia mí evolucionó y se intensificó con el tiempo, usó actos repetidos de agresión física, amenazas, abuso verbal y humillación para castigarme y ejercer control sobre mí”. Adepas, aceptó que había ocultado al mundo exterior, a sus amigos y a familiares, lo que pasaba al interior de su hogar.

Adquirió deudas a la fuerza

Richard Spencer trabaja como gerente de proyectos en una reconocida empresa británica y adquirió múltiples deudas por presión de su esposa, quien trabajó como jefe de prisión durante un largo tiempo, ocupando cargos muy altos en el Servicio de Prisiones y Libertad Condicional.

El diario también indica que Spencer presumía que tenía una supuesta relación muy cercana con el ex primer ministro Boris Johnson y había trabajado en investigación para calcular el efecto de las sentencias privativas de libertad en la familia de los afectados.

“Ella se jactaba de estar solo dos niveles por debajo del primer ministro en su campo y tenía reuniones con Boris Johnson, de quien hablaba como si fuera un amigo”, expresó un examigo de la mujer.

De acuerdo con el diario, la actitud de la mujer en medio de la reunión donde conocería su sentencia generó bastante controversia debido a que no dio señales de arrepentimiento en ningún momento por sus crueles acciones con su esposo.

“La mujer sonrió en el banquillo mientras le dictaban la sentencia”, señala. El caso causó gran asombro a la jueza Kate Rayfield, quien dictó la sentencia, pues aseguró que el abuso que había sufrido Richard Spencer ha sido el “peor caso de comportamiento controlador y coercitivo” que ha visto hasta ahora ejerciendo su labor.

Por ahora, además de los años que tendrá que pagar en prisión, la mujer también recibió una orden de restricción absoluta contra su víctima.