El papa Francisco habla sin tapujos sobre aborto, masturbación y los no binarios

El pasado 05 de abril se estrenó en Disney+ el documental Amén, Francisco responde, una producción dirigida por Jordi Évole y Màrius Sánchez. En él, diez jóvenes católicos, ateos y musulmanes entre los 20 y los 25 años, hacen preguntas al papa Francisco sobre temas como el feminismo, las migraciones, la salud mental y los derechos LGTBIQ+.

El objetivo del documental es acercar dos mundos que no suelen comunicarse y ver a una de las personas más influyentes del mundo dialogar con un grupo de jóvenes cuyo modo de vida choca a veces con los principios de la Iglesia.

Selección de jóvenes y preguntas

Los jóvenes que cuestionan al papa fueron seleccionados entre 150 adultos, pero según los directores del proyecto, no eligieron las preguntas que se le hicieron al pontífice. En este sentido, la idea era generar un espacio de diálogo en el que el papa Francisco pudiera responder a preguntas de jóvenes de diferentes orientaciones y creencias, sin censura ni filtro.

Temas abordados en el documental

El documental toca temas de gran relevancia social como la orientación sexual y la identidad de género, el aborto, la gestión de los casos de pedofilia, entre otros. En cada caso, el Papa Francisco escucha atentamente y responde caso por caso. Además, el documental empieza con imágenes inéditas de Francisco sentado ante su escritorio y en el refectorio de la residencia Santa Marta, donde vive en el Vaticano. En este sentido, no solo se abordan preguntas sociales, sino también se revelan detalles de su vida personal.

Respecto a la orientación sexual y la identidad de género, el Papa mantiene su habitual discurso de apertura: “toda persona es hijo de Dios. Dios no rechaza a nadie, Dios es padre. Yo no tengo derecho a echar a nadie de la Iglesia”, afirma. Además, reconoce la riqueza de los estilos de vida que se le describen, pero también advierte contra algunos excesos.

Claro que se refirió a los temas más controvertidos, como el aborto y la gestión de los casos de pedofilia, con los que se generan intensos debates en el documental. Juan, víctima de un religioso, le pregunta sobre su caso, archivado por la Santa Sede. El papa responde: “me duele por lo que me decís vos una sentencia así fofa”, precisando que espera un fallo en firme “para hacer revisar el caso”.

Por otro lado, Celia se define como persona no binaria y le pregunta al papa Francisco qué piensa de los miembros de la Iglesia “que promueven el odio y usan la Biblia para sustentar” este tipo de discursos. A lo que el papa responde: “son infiltrados que usan la Iglesia para sus pasiones personales”.

La película también incluye imágenes inéditas del papa en su vida diaria en la residencia Santa Marta en el Vaticano, donde revela detalles sobre su vida personal, como su decisión de no usar un teléfono celular. Aunque se espera que aborde temas serios, también ofrece momentos más ligeros, como cuando admite que su cuenta de Twitter con cerca de 54 millones de seguidores es manejada por sus secretarios.

A pesar de ser el líder espiritual de millones de personas, Francisco admite que no recibe un salario y vive de manera modesta como un “empleado de nivel medio”. “Francesco” ofrece una mirada cercana a la vida personal del papa Francisco, así como a sus pensamientos y opiniones sobre temas candentes en la Iglesia católica, lo que lo hace interesante y llamativo de ver.