Varicocele, una de las causas más frecuentes de infertilidad masculina

Aunque es un término que seguramente no ha escuchado de manera común, la varicocele es “la dilatación de las venas dentro de la piel flácida que sostiene los testículos (escroto)”, señala el medio especializado Mayo Clinic. Es decir, esta patología afecta la circulación normal de la sangre en el testículo y es una de las causas más frecuentes de infertilidad masculina.

Expertos también lo describen como una apariencia similar a las varices que pueden aparecer en las piernas, una tumoración formada por una variz (una vena inusualmente hinchada) o un grupo de varices que, precisamente, están situadas generalmente en el escroto o en el cordón espermático, indica el sitio web Top Doctors.

La varicocele se produce cuando la sangre se acumula en las venas en lugar de circular de manera eficaz hacia el exterior del escroto y por lo general se forman durante la pubertad y se desarrollan con el transcurso del tiempo. Esta condición puede dañar los testículos o disminuir la producción de espermatozoides.

Pese a que no es una enfermedad grave, sí es una causa frecuente de poca producción de esperma y, por ende, puede provocar esterilidad o infertilidad. De hecho se le atribuyen el 40 % de los casos.

Síntomas

Esta condición hace que aumente la temperatura del testículo y esto influye en su movimiento y funcionamiento, sin embargo, hasta ahora no se sabe con exactitud cuál es su origen. La varicocele tiene una incidencia de entre el 15 y 20 % en la población.

En la mayoría de los casos, este agrandamiento de las venas no produce síntomas, pero sí dolor y puede aumentar al estar de pie o al hacer algún tipo de esfuerzo físico. Además, puede hacer que un testículo se inflame que, por lo general, suele ser el izquierdo.

Cuándo consultar a un médico

En vista de que no suele dar síntomas, se recomienda acudir al médico en caso de presentar dolor, hinchazón o alguna señal extraña que afecte este zona, pues no siempre que se detecte un varicocele hay que tratarlo. Cuando el dolor es agudo, el único tratamiento es quirúrgico.

Según explica la página del NHS, el servicio nacional de salud de Reino Unido años atrás realizaba una operación abierta en la que se sellaba la vena afectada y se redirigía el flujo sanguíneo hacia otras venas sanas. Ahora, esta patología se puede tratar con un procedimiento menos invasivo conocido como embolización.