Circuncisión: ¿es posible que afecte la vida sexual?

La circuncisión es una de las cirugías más comunes en el mundo que se practica desde hace miles de años. Este procedimiento quirúrgico consiste básicamente en extirpar el prepucio (la manga de piel que rodea la cabeza del pene), dejando el glande al descubierto.

Sobre las razones por las que se realiza pueden ser religiosas, culturales o médicas. En los dos primeros casos, por ejemplo, se suele hacer al nacer o un poco después, mientras que en el tercero se puede realizar a cualquier edad con el objetivo de prevenir infecciones crónicas del tracto urinario (ITU), el cáncer de pene y el contagio de algunas enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH, señala la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés).

Otras de las razones son la fimosis, la parafimosis y la balanitis. La primera se da cuando el prepucio es tan estrecho en su extremo que no permite que se deslice como debería para descubrir la totalidad del glande; la segunda ocurre cuando el prepucio sí se desliza completamente pero no regresa a su lugar y la última hace referencia a la hinchazón del glande, casi siempre a causa de una mala higiene que se puede resolver retirando el prepucio para lavar bien debajo del mismo.

Expertos sugieren hacerla en lo posible durante el período neonatal debido a que las tasas de complicaciones son más bajas que cuando se lleva a cabo en una edad adulta.

De acuerdo con BBC Mundo, la mayor cantidad de hombres circuncidados son musulmanes y en segundo lugar se encuentran los hombres nacidos en EE.UU. debido a que en este país se considera como una intervención médica beneficiosa. De hecho, indica que en aquellos no circuncidados podría resultar necesaria en alguna etapa de su vida por motivos de salud.

¿La circuncisión afecta la sexualidad?

Según el medio especializado Mayo Clinic, esta cirugía no afecta la fertilidad y tampoco se tienen datos para comprobar que aumente o disminuya el placer sexual para los hombres o sus parejas.

Contrario a ello, desde el Centro Andrológico del urólogo Gerardo Ortiz, señalan que entre los beneficios sexuales se encuentra una mayor flexibilidad para que el pene pueda crecer durante la niñez y adolescencia, además, se podría producir un incremento del rendimiento sexual porque causaría un retraso en la eyaculación y el grosor del glande cambiaría debido a que se libera de la presión que ejercía el prepucio.