Aprenda a multiplicar sus orgasmos

Por: María Lucía Banker*

En mi columna anterior, hablamos de la diferencia entre el orgasmo y la eyaculación. Para desarrollar la capacidad de tener orgasmos múltiples, el hombre debe entender la naturaleza del orgasmo y en qué se diferencia un orgasmo tradicional al orgasmo no eyaculatorio.

Los orgasmos múltiples, se caracterizan por ser no eyaculatorios porque para poder tener un orgasmo tras otro, el hombre debe evitar el periodo refractario (pérdida de erección) que viene tras la eyaculación. Este tipo de orgasmos comienzan como los clásicos: el hombre siente una excitación muy alta hasta que se acerca al “punto de no retorno”, pasado el cual la eyaculación es inevitable. El hombre aprende a detener el flujo del semen, justo antes de llegar a este punto, en donde experimentará contracciones genitales –como lo hace la mujer- que pueden durar hasta cinco segundos.

Estos orgasmos dan la sensación de una ligera liberación de presión. También se les conoce como “orgasmos de fase contráctil”, y para separar la eyaculación del orgasmo, el hombre debe aprender a jugar en el límite del “punto de no retorno”. Una vez sabe detener el flujo de su semen, este tipo de orgasmos se intensifican y se vuelven tan placenteros como los orgasmos tradicionales.

Una vez el hombre aprende a sensibilizarse con estas contracciones orgásmicas y las separa de la expulsión del semen, puede multiplicarlas y tener orgasmos múltiples. Los taoístas y los tántricos sabían que este no solo era el secreto para ser multiorgásmico, sino para dejar de derrochar energía. Con la constante práctica de estas técnicas, el hombre aprende a disminuir la estimulación el tiempo necesario para recuperar el control de su excitación, en vez de seguir estimulándose hasta llegar a la eyaculación. Otra manera de mantener la erección sin eyacular, es contraer el músculo PC.

Para experimentar orgasmos múltiples, el hombre debe aprender a quedarse en el instante en que experimenta las contracciones del orgasmo, en lugar de pasar al momento pico y eyacular. Se trata de aprender a modular el momento culmen de la excitación y regular la excitación para tener otro orgasmo. La ola del primer orgasmo deriva en una segunda ola más intensa que lo eleva más que la anterior.

Para tener orgasmos múltiples, en lugar de pasar la cresta y eyacular, el hombre aprende a disminuir ligeramente su excitación y se prepara para tener otro orgasmo. Este es un proceso que requiere paciencia y mucha práctica. Al principio, la tendencia es a luchar con la eyaculación y esto genera más resistencia. Lo más importante es aprender a resistirse, es decir, a detenerse antes de eyacular y a relajarse en el momento del orgasmo. Esto no resulta tan fácil al principio porque se tiende a tensionar los músculos al creer que eso intensifica el placer. En el Tantra, se aprende a relajar los músculos para que la energía del orgasmo pueda fluir en su cuerpo.

Como cualquier hábito, no resulta fácil cambiar el condicionamiento previo, pero cuando el hombre descubre esta capacidad, se da cuenta de que puede darle mayor satisfacción a su pareja y a sí mismo, sin terminar cansado y sin botar su energía. Sin embargo, con intentarlo no pierde nada y sí puede ganar mucho en el terreno sexual y amoroso. Si quiere explorar más y aprender estas prácticas, me puede encontrar en Instagram como @by_marialu

*Experta en Sexualidad Consciente y Tantra

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