18 de abril de 2022
Mujeres SoHo
Whitney Adda, una colombovenezolana con la que le encantará tomar el café y algo más (FOTOS)
La modelo que fue denominada la “novia del mundial” de Rusia 2018 contó por quién quisiera ir Catar 2022, habló sobre su emprendimiento y se animó a revelar cómo le gusta que sea un buen amante. Está soltera ahora mismo, ¿se anima a aplicar?
Por: Soho.coWhitney tiene 29 años y ella en sí misma es una combinación de lo mejor de las colombianas y las venezolanas. En estas espectaculares fotos en las que posó para SoHo dejó ver otra mezcla que impacta: mucha belleza y un derroche de sensualidad.
La ex protagonista de novela, que participó en el reality cuando solo tenía 18 años, contó en esta entrevista sobre su origen, el interés particular que tiene en el mundial de Catar por un futbolista brasileño y se atrevió a contar hasta cómo duerme y cómo le gustan los besos. Deléitese con las fotos y las respuestas de la bella Whitney.
¿Por qué te identificas como colombovenezolana?
Nací en Venezuela, en el estado de Táchira y crecí en frontera muy cercana a Cúcuta. Viví toda mi niñez del lado venezolano hasta que me gradué del colegio, de ahí pasé al lado colombiano a estudiar en la universidad. Soy de mamá santandereana y padre venezolano, esas son las razones.
¿Pero te sientes más de un lado que de otro?
Pues desde niña me he sentido más colombiana, todas mis vacaciones, mis navidades, siempre eran en Colombia, por eso tengo más marcadas las vivencias aquí. Mi mamá es muy santandereana, también eso explica un poco el tono de mi voz. Eso sí, sin dejar a Venezuela a un lado que fue donde nací, crecía y me formé para lo que soy.
¿Tu familia se vino a Colombia por la situación actual del gobierno venezolano?
Antes mi familia colombiana trabajaban todos en Venezuela porque les iba muy bien, después por el tema del gobierno, que empezó todo a desmejorar, las cosas se invirtieron: desde que yo era niña entendía que si quería surgir tenía que pasar al lado colombiano. Por la crisis económica la mayoría hizo lo mismo, aunque aún tengo familiares en Caracas.
¿Cómo les va a ellos allá?
Viven normal, quizá acostumbrados a la situación, pero por supuesto creo que se podría vivir mejor. No tienen la forma, la verdad es que a ellos solo les queda sobrevivir, esa es la palabra de lo que ocurre allá.
¿Hace cuánto no viajas a Venezuela?
Aproximadamente unos cuatro años, lo que más extraño de allá son las playas. Son lo máximo, son divinas. Si cualquier las conociera hoy no creería que son en Venezuela. También la comida venezolana es exquisita.
O sea, playas espectaculares, comida rica y mujeres bonitas, combinación perfecta.
Exacto. Mujeres muy hermosas, una mezcla ganadora.
Estuviste en Rusia 2018, algunos llegaron a llamarte la “novia del mundial”. ¿Te gusta mucho el fútbol?
Sí, me encanta. Desde muy niña he sido deportistas. He jugado tenis, fútbol, motociclismo, cuando estaba en Venezuela era uno de los deportes extremos que me gustaba, pero lo dejé por darle una vida tranquila a mi mamá. El fútbol me encanta vivirlo en un estadio, me fascina. En el mundial viví un boom, nunca imaginé que yo iba a impactar tanto con mis fotos. Hasta en Irán me conocen y me siguen.
¿Por qué te animaste a ir?
Fui con el papá de mi hijo, de hecho mi niño fue hecho allá en medio del mundial. Es mitad rusito. Además lo parece, es súper rubio y blanco.
¿Vas a ir a Catar?
Quiero ir al menos a un partido, me encantaría poder ver un partido entre Brasil y Argentina. Lo que sí tengo claro es que quiero ver a Brasil.
¿Por qué Brasil?
Me gusta mucho, bastante.
¿Por fútbol o porque vas a ir a ver a algún jugador?
Pues. No sé, no sé. Alguno de Brasil probablemente, pero no digamos nombres. Hay algún conocido por ahí. (Risas)
Muchos seguramente te recordarán por ‘Protagonistas de Novela’, ¿por qué no seguiste actuando?
Ese fue un reto fuerte que nunca pensé que fuera a ser tan intenso. No tenía muy presente cómo iba a ser, para mí fue difícil vivirlo. Pero sea como sea tengo que agradecerlo porque fue un trampolín para mí.
¿Por qué fue difícil?
Por la convivencia, la presión, porque no sabes nada. No sabes qué hora es, no tienes noticias de tu familia, es difícil la alimentación. Uno no identifica si es de día o es de noche, eso lo desubica a uno y lo pone muy irritante. Y aparte de compartir tanto con seres que nunca habías visto, pierdes la privacidad, tienes cámaras en todo lado y un micrófono contigo 24 horas, es complicado.
¿Y en qué estás ahora?
Siento que estoy en el momento que siempre soñé, que era posicionarme como modelo en Medellín, estar con marcas muy reconocidas, el proyecto que tengo es darme a conocer a nivel internacional. También soy diseñadora de modas y quiero sacar adelante mi proyecto para trabajar de la mano.
¿De qué es tu marca?
Estoy trabajando en ella, no he sacado la identidad de lo que voy a hacer. Me encantaría hacer ropa deportiva y lencería.
¿Cómo te gustan los hombres físicamente?
No me gusta el ‘hombre perfecto’. Me encanta que se vean rudos, que sean casuales, naturales, que sean guapos, pero más que eso que tengan una capacidad intelectual que sea más atractiva aún. Y también es importante que sea deportista, que le gusta entrenar, que sea trabajador y que le gusten los animales, eso me enloquece, es como una de mis debilidades. ¡No debí decirlo! (Risas)
¿Qué tiene que hacer un hombre para ser buen amante?
Le recomendaría empezar con unas buenas copas de vino, así el ambiente fluye mucho más. Y después de eso le diría que no sea el hombre que ‘va a lo que va’. Sino que sea un poco más disimulado, que no demuestre tanto las ganas, sino que va a pasar un rato rico, que se puede charlar, reir y bailar. Importante que se concentre en el juego previo.
¿Qué tanta importancia le das al sexo en una relación?
Para mí sería un 60-40. Bueno no, yo creo que es un 50-50. No lo es todo pero es muy importante. Si en la cama uno no está bien, algo más no está bien, es una combinación.
¿Cómo duermes en las noches?
Uso pijama pequeñita, sin ropa interior.
¿Cómo te gustan los besos?
Qué delicia. Un buen beso es lento, largo, con mucho contacto, que me toquen, que me agarren el pelo. Eso para mí es un beso wow.