Mi vida después de SoHo por Catalina Otálvaro

¿Cómo llegó a SoHo?

Llegué cuando la revista estaba haciendo la búsqueda de la nueva modelo número uno del país. Estaban buscando una cara nueva, alguien que estuviera empezando en el modelaje, y me encontraron en Medellín.

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¿Qué recuerda de las sesiones de fotos?

Me acuerdo de que fue en la playa de la reserva El Matuy, entre Santa Marta y La Guajira, que estaba lejitos de donde nos estábamos quedando. Las primeras fotos fueron con un vestido de baño diminuto, muy sensuales. Tenía mucho susto con la universidad, porque no quería que me fueran a hacer bullying. Imagínense: salir tan sexy y estudiando una carrera tan seria como Derecho.

¿Y le hicieron bullying?

No, nunca. Eso fue solo un miedo en mi cabeza. Al revés: me felicitaron por las fotos, porque fueron estéticas y nada vulgares. ¡Hasta los profesores me apoyaron!

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¿Qué dijo su familia cuando la vio?

A mi mamá y a toda la familia les encantaron las fotos. Mi papá no hizo buena cara, simplemente las vio y dijo: “Ay, muy bonitas”. Pero yo sé que por dentro tiene ese ego de hombre y de papá. Igual, sé que le gustaron porque un día que fui a visitarlo le vi la revista.

¿Cómo le ayudó a su carrera salir en SoHo?

Me abrió muchas puertas y permitió que me conocieran. Me acuerdo de que esa misma portada salió en las versiones de SoHo en México y Ecuador, un par de meses más tarde, y eso me ayudó mucho en otros lados. Luego vinieron otras portadas. Creo que no me queda más que agradecimiento con la revista, porque siempre manejó la imagen de manera impecable. Definitivamente me ayudó a catapultar mi carrera.

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¿Qué fue lo mejor que le dejó la experiencia?

Que se me abrieron muchas puertas y conocí a mucha gente. Y que me va a quedar un material hermoso por el resto de la vida para que lo vean mis nietos cuando esté toda arrugadita.

¿Volvería a posar para SoHo?

¡Claro! Una y mil veces más. Además, creo que todavía me falta hacer las fotos más sexys, de verdad.

@kataotalvaro