6 de julio de 2018
Estilo de vida
El sueño de ser EseViajero
Si usted es de los que sueña con dejar su trabajo, dedicarse a viajar y descubrir el mundo, esta nota es para usted. Tal vez con un poco de suerte, o bastante esfuerzo, usted pueda convertirse en EseViajero.
Por: SoHo. Fotos: Sebastian DelgadoCucuteño de nacimiento, andariego por convicción, obsesionado por crear imágenes y registrar las experiencias más dispares. Esa podría ser la descripción de Sebastian Delgado, un fotógrafo que vive rapido, como si cada instante se le fuera de las manos.
No queda claro si fue su pasión por la fotografía o los recuerdos propios de su infancia, —cuando en los paseos familiares observaba desde la ventana del carro las variaciones tan características del paisaje colombiano—, lo que convirtió el tema del andar en un tipo de obsesión. El asunto es que su vida personal y práctica profesional están estrechamente relacionadas con viajar, siendo su propio país el espacio para reconocerse como viajero. Por esta razón son, en sus propias palabras “la diversidad y la capacidad de asombro que despiertan nuestros pueblos, ciudades, islas, veredas, etc. las que me llevan a poner a Colombia como prioridad en mi mapa de viajes”.
Sebastian es EseViajero, el que usted y muchos quisiéramos llegar a ser, aunque él mismo acepta, dentro de sus propias limitaciones, que ese ideal es muy difícil de cumplir, y que aún falta mucho más por conocer y recorrer. Entretanto, y uniendo sus dos pasiones, el proyecto EseViajero se construye día a día en un blog de viajes, una bitácora de recorridos con contenido fotográfico y audiovisual de los lugares que ha visitado, para así, en palabras de Delgado “contagiar al mayor número de personas a que se animen a empacar su mochila y huir lo más pronto posible de la ciudad”.
Sebastian construye una camper van o casa rodante con la que espera embarcarse en una aventura de un año recorriendo Colombia de norte a sur y de este a oeste: “mi idea es registrar la mayor cantidad de municipios del país con la premisa de llegar compenetrarme con cada lugar y sobre todo con sus habitantes”. Estos sueños por muchas razones podrían ser utópicos, por esto Delgado reconoce la necesidad de lograr alianzas que le permitan difundir el proyecto y generar redes de apoyo para completar el recorrido.
Si después de la tusa mundialista usted quiere huir de la ciudad, o simplemente es un viajero incansable apasionado por todos los rincones de Colombia, Sebastian le recomienda cinco planes, cinco retos diferentes que tal vez se adapten a su bolsillo y sentido aventurero.
Sendero de las Moyas. Cundinamarca
Sendero de las Moyas
Si usted reside en la capital y se quiere ver uno que otro partido en la comodidad de su casa, los cerros orientales son su refugio. A cinco minutos de la circunvalar con calle 76 se encuentra el sendero de las Moyas que lo llevará a un mundo totalmente diferente de la ciudad, entre niebla, árboles inmensos y sobre todo mucho silencio.
Lago de Tota. Boyaca.
Lago de Tota. Boyaca.
Lago de Tota
Un lugar que sin duda le dará un escape y lo sacará de su zona de confort, en particular si se anima a pasar un par de noches en las frías laderas del lago. Aliste su carpa, un buen sleeping bag —o en su defecto la cuatro tigres más potente que tenga— y disfrute de un paisaje que le renovará cuerpo y alma.
Berlín. Santander.
Berlín. Santander.
Berlín
En este lugar tendrá televisión por si no se aguanta las ganas de ver los marcadores pero no le prometo señal de celular. En las entrañas de Santander, —con olor a cebolla larga—, tenemos el páramo de Berlín. Un poblado que se asienta en una larga recta de la carretera entre Bucaramanga y Cúcuta, custodiado por frailejones y sembrados. Es el lugar indicado para refugiarse unos días y vivir en total tranquilidad y minimalismo. A un lado de la carretera se alquilan por días unos pequeños chalets rodeados de pinos verdes que hacen de las mañanas y los atardeceres algo memorable.
Sapzurro. Choco
Sapzurro. Choco
Sapzurro
Nos vamos lejos del centro del país dejando atrás el frío y dándole la bienvenida al mar y la arena. En este lugar el mundial estará presente, pero estoy completamente seguro que, de quererlo, se puede evadir sin ningún problema. Después de pasar por Medellín, Turbo, y unas cuantas horas en buses y lanchas llegamos a Sapzurro, un pequeño pueblo del Chocó donde todo se mueve muy lentamente. Es un viaje en esencia guerrero, sin embargo hay muchas opciones de alojamiento que cubren desde acampada hasta alquiler de casas completamente dotadas. Allí el mar y la selva se unen para hacer sentir al viajero en casa.
Isla Fuerte. Cordoba
Isla Fuerte. Cordoba
Isla Fuerte
Aunque posiblemente existan otros lugares mucho más remotos e inasequibles, en mi experiencia este es el lugar en que más aislado me he sentido. Con muy escasa señal de celular y horas de electricidad limitadas al día, Isla Fuerte en el mar Caribe y a 11km del continente sería mi lugar elegido para alejarme por completo de cualquier dispositivo que me pueda dar una pista del Mundial. Tuve la oportunidad de vivir allí por dos meses y en realidad es volver a lo básico, andar por caminos de herradura, hacer del agua salada su mejor ducha y sobre todo a sonreír con las cosas más sencillas. Una casa solitaria en uno de los extremos de la isla sería el pretexto perfecto para perderse del mapa por el resto del tiempo que dura el mundial.