Breve guía para no embarrarla al viajar

¿Qué es lo primero que debo tener en cuenta a la hora de planear mis vacaciones?

Cuidado con el clima: no hay que confiarse en saber solo si es verano o invierno en el destino sin comprobar también si es temporada de lluvias, de vientos monzones o de calor extremo.

Digamos que voy a Asia…

En Asia, la temporada de lluvias varía de una región a otra dentro de un mismo país. En Tailandia, por ejemplo, mientras en la costa de Andamán (oeste) llueve copiosamente de mayo a septiembre, en la costa del Golfo (este) lo hace de septiembre a diciembre. Y, créame, no hay nada más frustrante que unas vacaciones en una playa paradisiaca ¡lloviendo y con el cielo encapotado!

A África sí puedo ir en cualquier momento, ¿cierto?

Puede hacer lo que quiera, por supuesto. Pero tenga en cuenta que en dicho continente para ver animales hay que elegir la época seca; en Kenia, tierra de safaris, es mejor ir entre julio y septiembre o entre diciembre y febrero; el paisaje es más feo, pero se ven más ejemplares.

¿En qué aerolíneas no recomienda viajar?

En las más pequeñas y desconocidas. Si está viajando todo el año, ahorrar unos dólares en cada trayecto merece la pena. Pero si solo hace un gran viaje anual y son sus esperadas vacaciones, ¿vale la pena arriesgarlas por la anulación de un vuelo, un retraso o la desaparición súbita de la aerolínea, todo por ahorrarse 100 euros (unos 320.000 pesos) en el monto total del viaje? Sí, eso pasa, en España han cerrado al menos tres aerolíneas de repente en los últimos años.

O sea, como decía mi abuelita, lo barato puede salir caro…

A veces, sí. Por eso, es mejor no siempre sacar el trayecto más barato sin comprobar si en vez de ser un vuelo directo, hace tres escalas y usted va a llegar un día después y con el cuerpo molido.

¿Cuáles sí son las aerolíneas recomendadas para viajar?

Para viajar por Suramérica, a mí me gusta mucho LAN. Para unir Europa y Asia, nada mejor que las del golfo, como Qatar Airlines y Emirates, que hacen de puente entre los dos continentes con una sola escala y a precios asequibles. En Asia, funcionan muy bien Singapur Airlines, Thai, Cathay Pacific… En Europa, las que arrasan son las low cost: de ellas me quedo con EasyJet o con Vueling, en España. American Airlines es un gigante en Estados Unidos, pero mi experiencia es que el trato es un poco… de funcionarios. Y luego están las grandes aerolíneas europeas, como Iberia, British Airways, Air France, KLM, Lufthansa; no son baratas, pero dan seguridad.

¿Es verdad ese mito de que el martes en la noche se consiguen los pasajes más baratos?

En la actualidad, la inmensa mayoría de las compras de pasajes aéreos se hacen por internet. Así que más que el día, lo importante ahora es el buscador que se utiliza. Hay buscadores de buscadores (como Skyscanner, Kayak, Liligo o incluso el Flight Search, de Google) que en un segundo le ofrecen, de manera ordenada y clasificada, todos los precios y horarios de las líneas aéreas que vuelan al destino elegido. Es la manera más inteligente de comprar un tiquete de avión hoy en día.

¿Qué no debemos hacer al llegar a un aeropuerto?

Bajar la guardia. Por desgracia, los hurtos por descuidos en las zonas de facturación de los grandes aeropuertos son mucho más frecuentes de lo que parece.

¿Pero cómo lo roban a uno?

Muchos viajeros se relajan pensando que ya están en un sitio seguro y sin peligro. Pero acechan los descuideros, esos ladrones que aprovechan un descuido momentáneo para huir con un bolso o una maleta. El momento más delicado es cuando estamos delante del mostrador de facturación esperando a que nos tramiten la tarjeta de embarque, sobre todo cuando son grandes grupos y colas desorganizadas en las que los cacos pueden pasar desapercibidos. Dejamos el bolso o el equipaje de mano descuidado por unos minutos al pie del mostrador o en un lateral y ¡zas!... cuando vamos a darnos cuenta ya no está.

¿A dónde debo ir si quiero viajar con niños?

Los niños… A destinos donde la pasen bien los niños. Muchas veces, los padres van a donde ellos quieren ir, sin pensar si a sus hijos les gustará o si molestarán a otros usuarios. Por ejemplo, a restaurantes elegantes, a museos donde no haya nada para su edad, a rutas culturales con conocimientos por encima de su edad.


¿Pero qué destinos recomienda?

Desde luego, los parques temáticos pensados para ellos. También los alojamientos rurales donde puedan disfrutar del campo sin peligros. Pero no solo esos: yo no dejaría de ir a África, a Asia, a la selva o al desierto con ellos. Es una gran forma de ir enseñándoles la diversidad de credos y culturas y paisajes que conviven en este único mundo. Con niños se puede ir a más sitios de los que se piensa, pero siempre teniendo en cuenta que haya elementos que los motiven y distraigan.


¿Qué no se debe dejar pasar a la hora de escoger el hotel?

Que tenga wi-fi gratis; que esté en un punto céntrico o, si no, que el ahorro valga la pena a cambio del dinero y el tiempo que le exigirán los traslados, y que esté limpio: en este sentido, yo suelo escoger, si puedo, hoteles de reciente creación; es casi una garantía de que están aseados y son agradables.


Siempre llevo a los viajes mucha más ropa de la que necesito, deme un consejo para hacer la maleta, por favor...

Las líneas aéreas se han puesto tan intransigentes con el exceso de peso que hacer la maleta se convierte en un quebradero de cabeza. Aunque parezca una tontería, una forma de ahorrar peso en ropa es llevarla toda de un mismo color. Si en un viaje, por ejemplo, optamos por los tonos marrones, con unas pocas prendas podremos tener varias combinaciones de pantalón con camisa y chaqueta. En otro viaje podemos optar por tonos azules, o del color que sea. Lo que es una tontería es cargar con una camisa que solo combina con una chaqueta o con un pantalón específico. Y si además son prendas que no se arrugan fácilmente, mucho más práctico.

Por último, ¿qué debo llevar siempre en la maleta?

La ilusión de un enamorado, la energía de un maratoniano y las ganas de aprender y descubrir de un niño. Y debe dejar siempre fuera los prejuicios y la prepotencia hacia otras culturas.

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