3 de abril de 2017
Estilo de vida
10 gadgets absolutamente inútiles
Si alguna vez ha pensado que hay cosas que definitivamente podría botar, le traemos la lista de los “aparatos tecnológicos” que, increíblemente, la gente compra y no sabemos para qué demonios sirven o qué bien le hacen a esta, nuestra, humanidad.
Por: SoHo.co1. La sombrilla-dron
Si alguna vez tiene problemas cargando su sombrilla, maletín, café, celular, audífonos, etc., ya no se preocupe más, aquí está el paraguas que le mantendrá las manos desocupadas para que pueda cargarlo todo. ¡Wow, qué gran idea!: NO.
Esto puede salir muy mal: una sombrilla que vuela y que se guía con el GPS de su celular puede terminar siendo un aparato que lo deje abandonado en la mitad de la calle, y de la lluvia. Además, piense en cuando se vaya a montar a un bus o a un carro, que cantidad de chécheres tendrá que cargar. Lo más bonito de esto es que esta sombrilla-dron tiene un módico precio de 4 millones 700 mil pesos. (El dron para tomar selfies)
2. La brújula para bicicletas
El argumento es el siguiente: Los mapas le quitan la diversión al paseo en bicicleta. ¿Y?, además, eso es tan falaz como simplista; hay personas a las que les gustan los mapas, porque les permiten ver los lugares que haya alrededor y que probablemente no descubrieran sin ellos.
Ahora, hay otras personas que preferirán la brújula y ahí hay dos cosas que decir: uno, los mapas regulares también tienen brújula y, dos, este aparatico cuesta unos 370 mil pesos; esos son 370 mil pesos por algo que su celular ya trae integrado.
3. El celular que no lo es
Vamos a explicar este “gadget” que se llama NoPhoneZero con la descripción que la página oficial ofrece de este producto, un pedazo de tabla diseñado como terapia para los adictos al celular y que cuesta 30 mil pesos.
¿Qué Incluye?
- Un (1) NoPhone Zero
- Más atención para ti
- Amigos verdaderos
¿Qué NO incluye?
- Mandar mensajes a tu ex.
- Que la gente sepa dónde estás.
- Historial de búsquedas
- Exceso de datos móviles
- Batería muerta
- Celular
4. El sensor de temperatura que parece una fruta
El nombre y concepto de este gadget parece ingenioso: Robo-Fruit es una “fruta” robótica que mide la temperatura de las otras frutas en la canasta o paquete, para poder ajustarla y que no se dañen en poco tiempo. Un pensamiento: ¿Miles de años de cultivos hechos por humanos, de transporte de alimentos, de estudios para conservar la calidad de los productos que sembramos y cultivamos, para esto?... ah, y otra cosa, cada uno de estos sensores de temperatura cuesta 150 mil pesos.
5. El reloj con bajo integrado
El Basslet es un reloj con bajo integrado que le permite sentir la vibración de la música en su cuerpo –o, al menos en su brazo–, fin. Claro, puede sonar como algo muy divertido, y probablemente lo sea, pero el Basslet no es algo que sea absolutamente necesario; incluso, no es algo que vaya a revolucionar la historia de la música como la conocemos. 585 mil pesos cuesta esta “nueva experiencia de la música que sus audífonos no le podrán dar”, aunque vamos a permitirnos poner en duda esa afirmación.
6. Pause: la caja que anula el celular.
Una caja metálica. 116 mil pesos por una caja en la que puede meter su celular y bloquear todas las llamadas y mensajes, nada más que eso. Claro, es una buena idea apagar de vez en cuando los móviles y tener tiempo de calidad con la familia o con los amigos, pero seamos claros: es más fácil y barato ponerlo en modo avión y dejarlos en algún lugar de la casa o en una canasta de frutas. (¡Hombres con barba tienen que probar estos inventos!)
7. El traje inteligente
Esto se está saliendo de control. No sabemos en qué momento todos los objetos debajo del sol pasaron a ser potenciales víctimas de la “inteligencia artificial”. Ahora resulta que tenemos disponible un traje que es “inteligente”, y por esto la compañía que desarrolló este producto se refiere a un chip que está cosido dentro de la manga del traje y que permite bloquear el celular, silenciarlo, ponerlo en modo oficina, en fin.
¿Pero es que hemos perdido la cabeza?, es decir, al parecer el objetivo de esta generación de seres humanos es no hacer nada en el futuro cercano. Vamos hacia la hecatombe. Además, y esta es la ñapa: el traje solo se puede lavar a mano; después de todo, no es tan tecnológico.
8. El cepillo con Bluetooth
¿Se acuerda de la vez en la que Homero Simpson se metió a inventor y diseño la ‘escopeta de maquillaje’? Bueno, si admitimos que ese era el invento más chistoso e inútil en el sector de la moda y la belleza personal, entonces debemos decir que este ‘entrenador de pelo con bluetooth’ es el segundo.
La idea detrás de este fantástico peine es que le diga cómo se está peinando, cuente las veces que lo hace en el día y, además, le diga si lo hace con el pelo seco o mojado. Este entrenador de pelo ‘escucha’ la forma en la que usted se peina y lo aconseja para que lo haga mejor. Y con un precio más abultado que el de, literalmente, todos los demás cepillos, el chiste seguramente se contará solo.
9. El asador con Wifi
Este es un asador que le quita toda la diversión al pasatiempo de asar. Bright Grill le permite al dueño regular la temperatura desde su celular y apagarlo y prenderlo según la necesidad.
Así que si usted compra un asador de estos, lo más probable es que su pasatiempo favorito no sea hacer asados, sino que le toque hacerlos por razones de la vida. (¿cómo ir a la fija con un televisor de última tecnología?)
10. EL reloj que le hace trampa a la hora
Este reloj es el colmo de los inventos extraños e inútiles. El Rubato es un reloj que altera la percepción del tiempo para que las personas que trabajan, lo hagan más rápido, acudiendo a la vieja táctica del “trabajo bajo presión”. Si usted activa el modo productivo, las manecillas del reloj empezará a ir más rápido de lo normal, y cuando se desactiva, las manecillas vuelven a la hora real. ¿Chévere cierto?, Pues no.
Las dos características más importantes son los dos problemas más grandes: el primero, usted tiene que activar el modo productivo para que el reloj funcione, lo que quiere decir que ya sabe que está en ese modo y, segundo, mientras las manecillas avanzan más rápidas ya usted está predispuesto para que eso pase; finalmente, con el prejuicio de lo que va a pasar, el reloj se vuelve absolutamente inútil.