¿Lagartijas milagrosas?

Deje de pensar que las lagartijas son un simple ejercicio para fortalecer los brazos, sepa de entrada que le ayudan a trabajar todos los músculos. Esto no quiere decir que tiene que hacer 100 push ups al día, con que empiece con unos cuantos en su rutina —sea cual sea la actividad física que realice— verá resultados.

Esto lo comprobó un estudio del profesor Emmanuel Stamatakis, de la Universidad de Sídney, publicado en el American Journal of Epidemiology. Comparó varios tipos de entrenamientos, desde un circuito en el gimnasio a punta de máquinas, hasta ejercicios hechos en casa. Los resultados revelaron, entre otros, que a la gente que entrena en casa dos veces a la semana, para un total de 50 minutos, se les reduce en 23 % el riesgo de tener una muerte prematura, el mismo porcentaje que los que entrenan duro levantando pesas en un gimnasio. Además, afirma que unos push ups sencillos son más efectivos que cualquier rutina en un gimnasio.

La clave de este ejercicio es que no importa si la persona es deportista de alto rendimiento, una dura del fitness o alguien que apenas está empezando a ejercitarse, el nivel de dificultad es alto. Levantar y bajar su propio peso siempre va a ser difícil y va a requerir un esfuerzo constante. Y aunque pareciera que solo trabajara los brazos, lo cierto es que al mismo tiempo está ejercitando tronco, pecho, brazos, caderas y piernas. Esto es porque unos músculos lo ayudan a levantarse y otros a que tenga una mayor estabilidad durante el ejercicio.

Si le cuesta mucho trabajo hacer una sola flexión, empiece por inclinarse a 45 grados sobre el mesón de su cocina y baje y suba el cuerpo. También puede hacer una lagartija común y corriente arrodillándose en el piso. De hecho, mientras más cerca estén sus rodillas al pecho más fácil va a ser el ejercicio. Los entrenadores le llaman a esto “progresiones” y son una manera de hacer lagartijas, pero a un nivel mucho más básico mientras va cogiendo cancha. Eso sí, tenga en cuenta que tiene que bajar el pecho al piso y no la cabeza, que es el error más común entre los principiantes.