Cristiano Ronaldo y sus cinco joyas sobre ruedas

Sin duda el astro del fútbol portugués tiene como hobbie coleccionar carros y lo hace con determinación, elegancia y, sobre todo, con una noción del lujo que roza la obsesión. Para el astro portugués, los automóviles no son solo un medio de transporte. Son símbolos de poder, piezas de diseño, obras de arte que rugen.

En su garaje —más parecido a una galería privada que a un espacio utilitario— reposan algunos de los vehículos más exclusivos del planeta. Cada uno de ellos cuenta una historia. Cada uno, un reflejo de su personalidad. Veloces, agresivos, refinados. Así como él.

Entre las joyas que componen su colección se encuentra el McLaren Senna, una bestia diseñada para rendir homenaje a Ayrton Senna, con una estética que parece salida de un laboratorio de ciencia ficción. Su motor V8 biturbo y su diseño aerodinámico hablan de un hombre que vive al límite.

Está también el Lamborghini Aventador LP 700-4, un capricho italiano que combina brutalidad y sensualidad en la misma carrocería. Es un auto que grita poder en cada línea, que se impone con su motor V12 y que parece diseñado para ser el protagonista de una película... o de la vida de Cristiano.

El Rolls-Royce Cullinan, por otro lado, representa el lado más aristocrático del jugador. Es un SUV de lujo que no se conduce, se flota. Con interiores de cuero y detalles hechos a mano, es la definición misma del confort sin compromisos. Porque hasta los más duros merecen suavidad.

El Mercedes-AMG S 65 no se queda atrás. Con su motor V12 biturbo y un diseño sobrio pero imponente, este sedán de lujo es ideal para quien quiere pasar desapercibido... pero nunca ignorado. Es la elección de alguien que no necesita gritar para que todos escuchen.

Y no puede faltar el imponente Mercedes-AMG GLE 63 S Coupé, un SUV deportivo que combina lo mejor de dos mundos: la robustez de un todoterreno con el alma salvaje de un auto de pista.

Cerrando el desfile, el intimidante Mercedes G-Wagon Brabus. Este no es cualquier todoterreno: es una reinterpretación extrema del G-Class, firmada por el tuner más temido de Alemania. Con un diseño agresivo, detalles únicos y una potencia descomunal, es el tipo de vehículo que se conduce con el ego por delante.

La colección de Cristiano no solo deslumbra por su valor económico, sino por lo que representa. Cada máquina parece una extensión de su carácter: fuerte, meticuloso, exclusivo. No es casualidad que los autos que escoge se midan en caballos de fuerza y no en convenciones.

Porque para CR7, no se trata solo de llegar. Se trata de cómo se llega. Y él lo hace como vive: a toda velocidad, dejando huella.