“La roca está partida por la mitad, y la cuerda está suelta. Siento que he visto algo que no debería verse”
El Cortador de Bambú y la Princesa de la Luna, el Hilo Rojo del Destino, Sakura y Yohiro, Teke-teke, son algunas de las leyendas más populares del territorio Japonés.
Lo mismo sucede en Latinoamérica con: La Llorona, La Patasola, El Chupacabras, El Sombrerón y El Silbón, que son las más conocidas.
Las leyendas narran hechos sobrenaturales que se transmiten con el voz a voz de las generaciones. Mientras se relata, la persona puede añadir y modificar parte de la historia.
Hay dos formas de clasificarlas: leyendas históricas (narran hechos ocurridos) y etiológicas (aclaran el origen de elementos relacionados con la naturaleza)
El 7 de marzo del 2022, comenzó a rondar por las redes sociales, la foto de una piedra partida por la mitad. De acuerdo con la mitología japonesa, la roca conocida como Sessho-seki que se ubica en el monte Nasu, cerca de Tokio, tenía en su interior un poderoso demonio de nueve colas.
Una turista fue la que difundió la imagen de la roca. Explicó que se trataba de una piedra mágica que podría maldecir y matar a cualquiera que la tocará.
Al traducir el tweet del usuario decía: “Vine solo a Sesshoseki, donde permanece la leyenda del zorro de las nueve colas. La gran roca que debería estar envuelta con una cuerda, es esa... Se suponía que debía estarlo, pero la roca se partió por la mitad y la cuerda también se desprendió. Si es un manga, es un patrón que el sello está roto y está poseído por el zorro de nueve colas y siento que he visto algo que no debería verse”.
Según el portal del Sol de la Laguna, un monje budista había ido hasta el lugar para hacer una especie de “exorcismo” para sacar al zorro de las nueve colas que habitaba en su interior.
La creencia es que no se trata de una piedra sino de un cadáver que se transformó en una hermosa mujer, que atendía a un individuo medieval. La doncella habría pertenecido a un grupo que conspiraba contra el emperador Konoe, quien gobernó entre el año 1.142 al 1.155.
Sin embargo, Konoe descubrió sus planes por un astrólogo que le contó que en realidad se trataba de un zorro de nueve colas y la mandó matar. Cuando la capturaron, ella se convirtió en Sessho-seki.
Mandaron a un budista para que la sacará, pero muchas personas siguieron creyendo que aún estaba escondida dentro de la roca, así que ataron una cuerda a su alrededor.
Otros en cambio consideran que la roca estaba desgastada y que por eso la habían amarrado. Es más creen que la lluvia y el avance del tiempo fueron los que rompieron la soga y de paso se abrió la piedra.
Hoy, muchos temen pasar por la zona porque creen que se liberó el gran demonio del zorro de las nueve colas, tanto así, que la situación resulta un mal augurio para la cultura occidental.
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