Un entretenido disfraz en una parte del cuerpo puede avivar la pasión. En el amor y en la guerra todo se vale, ¡téngalo muy en cuenta!
Cuando hablamos de juegos eróticos se nos pueden venir muchas cosas a la mente, como, por ejemplo: los disfraces, el juego de roles, masajes con aceites, con papeles, a la ceguera, mejor dicho, hay muchas posibilidades creativas para compartir con la pareja. Se pueden encontrar desde los más clásicos a los más novedosos pasatiempos.
En el camino, si es de su interés, encontrará que hay muchos otros que cruzan la barrera nacional y se traslada a la internacional de forma muy natural, pero con condiciones distintas. Para cruzar esta línea lo único que debe tener en mente es que “en el amor y en la guerra todo se vale”, como dice el famoso dicho.
Por lo cual, los tabúes y los miedos no deben estar presentes. La milenaria y admirada cultura japonesa ha aprendido a abrir sus horizontes y experimentar nuevas formas de disfrutar su sexualidad, es así como a uno de sus métodos más antiguos le llamaron el kokigami.
Varios asocian la palabra ‘kokigami’ con el ‘origami’, pues su terminado es completamente igual. No obstante, el Kokigami es un juego erótico japonés que trata de disfrazar al pene con un traje de papel o una prenda. Este truco, por supuesto, se hace con la intención de seducir a la pareja de una forma innovadora, divertida y muy curiosa.
‘Koki’ se refiere al atuendo de los actores japoneses que cubre la parte genital, ‘gamia’ se refiere al papel (como en ‘origami’). Entonces el pene se le presenta a la pareja como un colorido paquete en forma de regalo que tiene que desenvolver.
Aunque al principio puede ser extraño resulta ser una forma entretenida de avivar el fuego. Este concepto nace por los aristócratas japoneses del siglo VII. Para ese momento, los hombres envolvían con pañuelos de seda y cinta su miembro y creaban diferentes formas para darle a su pareja la sensación de misterio, con un envoltorio de deseo y pasión.
Según las cartas de afrodita de Rtve, es una técnica que actualmente usa delicados pedazos de papel de seda, los cuales, se convierten en protagonistas, adquiriendo formas de animales para despertar la imaginación y la excitación de un modo muy original.
Así mismo, de acuerdo con el psicólogo especializado en neurociencia Nacho Roura, “los primeros estudios de neurociencia en el campo sugieren que, detrás de estas emociones, están los circuitos cerebrales implicados en la regulación emocional y en el procesamiento de las recompensas. Desde la perspectiva evolutiva a veces entramos en un trance que nos provoca emociones positivas muy intensas, no vaya a ser que aparezca un tigre y nos coma”.
En definitiva, el juego sexual del extremo oriente es una práctica muy interesante para ‘echarnos al agua’. Lo curioso es que se pueden usar prendas como las corbatas, piezas de vestir, medias, disfraces, prendas de mujer, toallas de baño, en fin... las posibilidades son infinitas ¿usted qué dice, se atrevería a jugar al kokigami?