Si todavía le cuesta “hacer del dos” hablamos con una especialista para que nos explique la situación y, así mismo, la forma en la que podemos confrontar esta situación
La timidez al usar el baño frente a la pareja es un fenómeno común que afecta a muchas personas en todo el mundo. A menudo, las personas pueden sentirse incómodas al usar el baño en presencia de su pareja debido a la vergüenza que sienten al hacer actividades corporales que consideran privadas. Esta sensación de timidez puede ser más intensa en las primeras etapas de la relación, cuando todavía se está estableciendo una intimidad emocional y física.
Esta situación también puede estar relacionada con una educación conservadora y restricciones culturales que condicionan a las personas a considerar ciertas actividades corporales como tabúes. Es así como, en algunos casos, las personas pueden sentir una ansiedad extrema o incluso fobia a utilizar el baño frente a otros.
Lo que recomiendan los expertos es que, si usted está atravesando por una situación similar, lo mejor es trabajar en tener comunicación clara y honesta con la pareja. Hablar sobre los sentimientos y necesidades personales puede ayudar a reducir la ansiedad y establecer un ambiente de comprensión y apoyo mutuo. También se pueden establecer acuerdos de privacidad o realizar actividades fuera del baño que ayuden a reforzar la confianza y la intimidad en la relación y, en determinado caso, superar está timidez puede ser una oportunidad para fortalecer la relación y desarrollar una mayor confianza y comodidad en la intimidad física y emocional.
La Dra. Deissy Barbosa Neuque, Médica en sexología, terapia de pareja y género, nos explicó por qué a veces nos da vergüenza ir al baño cerca de nuestra pareja:
La etapa anal y la formación psicológica
Según la teoría de Freud, durante la etapa anal, entre los dos y los cuatro años de edad, aprendemos a controlar los esfínteres. Durante esta etapa, los cuidadores emplean, en torno a la evacuación, situaciones de aceptación, bonificación o rechazo, lo que puede generar una relación psicológica entre la evacuación y espacios de relajación, confianza y confort.
La importancia de la privacidad y la percepción social
Los seres humanos también tienden a buscar su propio espacio para defecar como forma de protegerse de depredadores. A pesar de que defecar es un acto natural, la sociedad ha creado una concepción social de orden, limpieza, belleza y una percepción antagonista de la evacuación. Además, durante la infancia, recibimos instrucciones repetitivas y bochornosas respecto a la evacuación, lo que puede generar inseguridades y culpa durante la adultez.
La importancia de perder la vergüenza
Evitar ir al baño cerca de nuestra pareja puede generar problemas de salud, como el riesgo de infecciones, incontinencia por rebosamiento, estreñimiento, fisuras anales y hemorroides. Es fundamental empoderarse del propio cuerpo y entender que tenemos necesidades fisiológicas naturales e importantes, como comer, dormir y evacuar. Tomar la situación con naturalidad, perder la vergüenza al entrar al baño y calmar la necesidad de evacuar no puede constituir una falta de respeto. El sonido de los gases habla de la correcta funcionalidad del esfínter anal y el olor característico es esperado por la flora bacteriana propia del colon. Si es necesario, se pueden usar gotas o productos neutralizantes de olores. En el caso de la diuresis, orinar permite barrer con las bacterias del tracto urinario, disminuyendo la posibilidad de infecciones. En conclusión, perder la vergüenza es fundamental para nuestra salud y bienestar emocional en pareja.