Le contamos qué tan normales son este tipo de relaciones y las consecuencias de erradicar el sexo de sus vidas.
De acuerdo con una encuesta realizada en Estados Unidos en 2018 donde entrevistaron a más de 650 parejas, un 19 % de los encuestados declararon haber tenido sexo dos, una o ninguna vez en el último año. En la misma encuesta, un 35 % manifestó tenerlo entre una y tres veces al mes, así como un 25 % que declararon tener sexo una vez por semana y tan solo un 21 % reveló tener varias veces a la semana.
“Bajar la intensidad del sexo en la relación no quiere decir que no vaya a haber más sexo, más bien depende de la perspectiva de cada uno, sin embargo, puede que esa sensación de estar en una relación sin sexo pueda poner a dudar a algunas personas sobre lo que esto realmente significa”, reveló Ana Martínez, analista sexual.
Según la experta, el hecho de que haya menos sexo puede deberse a varios factores, lo primero es entender qué sucede poco a poco, parte de que suceda es por tener una relación que lleva muchos años, claro que también “puede ser por problemas de salud, discusiones, excesos como el estrés y el trabajo, traumas sexuales, falta de interés por las dos partes”, añadió Martínez.
La especialista confirmó que SÍ es sano y posible que haya una relación entre dos personas sin que haya sexo. No hay problema si ninguno de los dos tiene inconvenientes. De hecho, señaló que si en dado caso había problemas al respecto, parar con las actividades sexuales puede ser una solución muy beneficiosa.
Claro que bajar la intensidad sexual puede significar diferentes cosas para diferentes personas, en general se refiere a disminuir el ritmo y la frecuencia de las actividades sexuales. Esto puede ser un cambio temporal o permanente en la vida sexual de una persona y puede ser el resultado de una variedad de factores.
En algunas relaciones, puede haber una disminución natural en la frecuencia de las actividades sexuales con el tiempo. Esto puede ser debido a factores como el envejecimiento, el estrés, la fatiga o simplemente una pérdida de interés o atracción. En estos casos, bajar la intensidad sexual puede ser una forma de adaptarse a estos cambios y mantener la relación satisfactoria.
Otras veces, bajar la intensidad sexual puede ser una elección consciente y deliberada. Esto puede ser el resultado de cambios en las necesidades o intereses sexuales de una persona o puede ser una forma de explorar nuevas formas de intimidad que no estén centradas exclusivamente en el sexo. Algunos pueden encontrar que disfrutan más de la conexión emocional y la intimidad que se experimenta a través de actividades como la conversación, los masajes, el contacto físico no sexual y otras formas de compartir el tiempo juntos.
1. Si quiere asegurarse una vida sexual más plena, una buena idea es planificar los momentos para tener relaciones sexuales.
2. Hable sobre el tema, pero no como la típica conversación confrontativa entre “más sexo/menos sexo”, más bien sea estratégico y opte por entender la satisfacción mutua.
3. Reorganice su vida, retire los obstáculos y destine espacios únicamente para llegar a situaciones de intimidad.
4. Cambie su rutina y haga cosas nuevas con su pareja para motivar la parte sexual
5. Acuda a un terapeuta sexual