Despertar al amante interior es la vía para generar relaciones de éxtasis que nos libran del condicionamiento de la codependencia. La recomendación de María Lucía Banker en su nueva columna es buscar placer donde sea que usted encuentre satisfacción, así sea en los actos más mínimos y cotidianos para experimentar el sexo elevado.
Por: María Lucía Banker*
Tanto en el sexo como en el amor hemos sido profundamente condicionados por modelos del mundo de las celebridades y Hollywood, y en el fondo tenemos un deseo de ser Superman o la Mujer Maravilla con figuras perfectas, rostros de adonis y de princesas e irresistibles para el sexo opuesto.
Esto significa que anhelamos ser algo distinto a lo que somos, o nos sentimos atrapados en un tipo de comportamiento, cuando en realidad estamos experimentando algo diferente. Por ejemplo, si tenemos algún tipo de inconformidad frente a nuestra pareja, solemos evadir el sentimiento y pretender ser compasivos. O también podemos querer ser los mejores amantes del mundo, cuando en realidad no nos sentimos excitados.
Hay un conflicto interior, que trae consecuencias negativas, a menos de que comencemos a aceptarnos tal cual y como somos. A menos de que abracemos nuestras imperfecciones, no podremos experimentar el verdadero potencial en el reino del sexo elevado, el cual depende de su disposición para despertar el auténtico amante que hay dentro de usted.
El propósito de algunas de las prácticas tántricas es desarrollar una buena autoestima, la vía más rápida para conectar con su amante interior. Al amarse a sí mismo, simplemente se puede relajar en el momento, aceptándose como es, incluso en aquellos momentos en donde usted no puede aceptarse como es. Esta aceptación profunda de sí mismo produce una relajación profunda en su ser, permitiendo que el placer y el disfrute surjan espontáneamente.
Para despertar ese amante interior, puede hacer uso de su cotidianidad incentivando momentos que le brinden placer y regocijo. Despertar el amante interior para experimentar el sexo elevado es esencial. En donde sea que usted encuentre satisfacción, en cualquier tipo de acto, siéntalo, profundice en él, conviértase uno con él y recuérdelo. Tomar agua fresca cuando tenga sed, encontrarse con su pareja después de un largo tiempo sin verse, caminar por la playa en un bello atardecer, son pequeños actos que cultivan su conciencia en el amor propio, por muy pequeños que parezcan.
Si lo hace parte de su vida diaria, este tipo de acciones le permitirán expandir el gozo y romper el hábito de enfocarse en los problemas, en vez del placer. Es una manera para construir todo su potencial extático. Al despertar su amante interior, usted se compromete a ser un pilar de apoyo para usted mismo, lo cual le permitirá reconocer el amante interior en su pareja. Recuerde que usted no puede reconocer en otro lo que no ha reconocido para sí mismo. Esto le demuestra que la fuente del placer sexual yace dentro de usted y no depende de su conexión con una ‘pareja ideal’. Al derrumbar el mito de que usted solo puede completarse con otro, usted es el principio y el fin del placer. Por añadidura, dejará de generar expectativas de que el otro lo complazca y sabrá cómo complacerse así mismo y complacer a su pareja.
El placer, después de todo, no es algo que está afuera ni que pueda suplir con alguien, sino una fuente de manantial interior a la cual puede acceder siempre que se sintonice con su propio amante interior.
*Experta en Sexualidad Consciente y Tantra
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