Un hombre relató su historia la parafilia del también llamado ‘beso japones’, que hace que la persona se sienta sexualmente atraída por lamer los ojos. Una práctica que tiene sus raíces en el lejano Oriente.
Todo comenzó porque tuve una experiencia con una estríper. Tenía un grupo de amigos a quienes nos gustaba salir a clubes nocturnos, la verdad es que siempre íbamos al mismo. Un sitio por la 93 que es oscuro por fuera y rojo por dentro. Para ese momento éramos muy jóvenes y veíamos a esas chicas nivel ‘prepago’, robustas, con senos grandes, un derrier precioso, cabellos largos y lindos rostros.
La pasábamos muy bien en ese club, no teníamos problema en gastar y gastar. Una noche de sábado fuimos y había llegado una chica nueva. Su tez era trigueña y tersa, tenía un pequeño escote y apenas si mostraba una pequeña parte de sus glúteos. La diferencia con ella, además de poseer trenzas rubias largas, eran sus exóticos pasos de baile, quedé fascinado, deslumbrado, me atraía, quería tenerla. Cuando terminó su turno me le acerqué y le pedí que nos fuéramos a un lugar privado.
Estando en una de las habitaciones del club, ella tomó el mando de la situación y a través de sus encantos me fue amarrando delicadamente a la cama, entonces comenzó a usar su lengua por varias partes de mi cuerpo desnudo, empezó a subir lentamente hasta que llegó a mi ojo. Recuerdo que le dio un giro a su lengua en mi párpado y luego, lo lamia de arriba a abajo, de repente con sus manos me abrió el ojo y comenzó a hacer lo mismo en mi cornea. Yo solo decía: “¿pero qué haces? se me movían las piernas de lado a lado, sentía mucha excitación. No sé cómo describirlo, pero mi miembro estaba más erecto que nunca.
Desde ahí adopte la técnica y comencé a aplicarlo en mi vida normal, de hecho, poco después descubrí que hacerlo me produce más placer, no entiendo cómo, pero internamente es una sensación que me genera un goce delicioso, incluso hasta me dan ganas de poner mi pene y acariciar el ojo. En el proceso he encontrado mujeres que les atrae mi ‘fetiche’ y lo disfrutan conmigo, en cambio hay otras que lo ven tan extraño y no les apetece. Últimamente opto por medir a la chica antes de hacerlo, así veo qué tan amplia tiene su mente en ese sentido. Por lo general, las chicas se animan a probar y ¡ay Dios, sí que lo disfruto!
Fernando Mera es médico especialista de la Universidad de la Sabana y señaló que la llamada oculofilia es una parafilia donde la persona siente una atracción muy profunda por los ojos, “cuando hablamos de parafilia nos referimos a esas conductas en las cuales los seres humanos nos activamos únicamente y en función de una actividad, en este caso, hablamos de una atracción muy intensa por una parte del cuerpo, específicamente por los ojos”, indicó el doctor.
Asimismo, explicó que “cuando las personas tienen oculofilia, sienten una atracción inminente por los ojos, también sienten algo inherente a la actividad sexual como punto de partida en esta parte del cuerpo, sienten incluso que sin ese atractivo y esa fijación, no son capaces de desarrollar una relación sexual”.
Lo relevante del asunto es que así la mujer tenga un cuerpo bonito, a esa persona no le interesaría y “solamente logra desencadenar la respuesta sexual por los ojos y por eso es que se llama parafilia, porque son conductas que están muy focalizadas”.
El médico considera además que “las parafilias son entendidas como una patología de difícil manejo, porque las personas empiezan a encontrar en estas prácticas una limitación de su función sexual, pues en vez de tener muchas opciones de entretenimiento, solamente son capaces de responder frente a este estímulo, lo cual limita mucho la respuesta sexual. Este tipo de atracciones logra que el sujeto en cuestión quiera llegar a besarlos, lamerlos e incluso penetrarlos”.
Así mismo, el oftalmólogo David Najafi señaló para el portal Salud 180, que “debido a la cantidad de bacterias que viven en la boca, cuando estas pasan a la parte interna de la zona ocular puede ocasionar conjuntivitis, herpes y un amplio repertorio de enfermedades delicadas, por eso mismo se debe alertar sobre esta práctica, se recomienda no tomarlo como un juego. Se deben tener las debidas precauciones en cuanto a higiene y respeto a la integridad física”.
-La zoofilia: se trata del gusto y atracción que tienen las personas por tener actividad sexual con los animales, El famosísimo cuento del ‘sexo con burros en la costa’ hace parte de esta práctica sexual y lo entendemos como algo que no es positivo, porque la práctica sexual para el contexto global social de hoy en día es entre humanos y no con animales.
-El voyerismo: el voyerista es una persona que solamente encuentra placer al estar viendo otras personas sin su consentimiento, el disfrute y la gratificación sexual la encuentra al ver a personas teniendo actividad sexual o con contenido sexual.
-El exhibicionismo: por ejemplo, cuando una persona encuentra goce en la exposición de sus genitales, es decir, si alguien va por el parque, esta persona siente la necesidad de mostrar sus partes íntimas y eso le genera placer, no obstante, nadie quiere ver las partes de alguien expuestas por ahí.