En este diálogo con SoHo, el empresario contó cómo terminó en manos de Carlos III a través del expresidente Duque, les habló a quienes creen que fue fabricado en China y hasta respondió si le regalaría uno igual al presidente Petro.
Sonriente y orgulloso, así se ve por estos días al empresario colombiano Mario Hernández, luego de compartir a través de sus redes sociales la imagen del rey Carlos III del Reino Unido usando uno de sus sombreros aguadeños.
El santandereano se describe a sí mismo como un excelente generador de empleo en el país gracias al éxito que ha tenido su marca —a la que le ha dedicado más de setenta años— gran parte de su vida, razón por la que se refiere a esta como “un hijo” que ha ido guiando y educando con el paso del tiempo para fortalecer su potencial que en este caso refleja tradición, cultura y una impecable labor de manos artesanas provenientes de Aguadas, Caldas.
“Cuando nosotros empezamos con esto en Aguadas, había treinta tejedoras, hoy hay más de cien que están trabajando para nosotros. Estamos generando país, estamos vendiendo Colombia, lo nuestro, eso es muy interesante”, precisa desde su fábrica en la zona industrial de Bogotá.
Como resultado de este esfuerzo, hoy en día la marca Mario Hernández es sinónimo de lujo y elegancia, con prendas que han llegado a lucir presidentes de Colombia, de Estados Unidos, reinas de belleza y hasta, como lo vimos esta semana, la realeza británica, un hecho que ha despertado curiosidad y también controversia. Él mismo se ha convertido en un personaje que genera amores y odios por sus posiciones ideológicas y su constante expresión de ellas en Twitter, por eso se animó él mismo a despejar las dudas sobre el episodio del sombrero en este diálogo con SoHo.
Además de ser reconocido por sus bolsos, billeteras, cinturones, zapatos, maletas, sombreros, ruanas y más productos, el empresario ha dado de qué hablar por su admiración a políticos como Enrique Peñalosa e Iván Duque, aunque también en la campaña pasada hacia Federico Gutiérrez, lo que ha dejado en evidencia su cercanía con la derecha colombiana.
Por esta razón, al preguntarle qué hay detrás de la historia del rey Carlos III con uno de sus sombreros, no duda en expresar su respeto y admiración por el expresidente Duque, a quien califica como un “gran embajador de su marca”. La foto del rey británico es la que se ha visto públicamente con uno de sus productos, pero Hernández asegura que el exmandatario le ha llevado sus productos a otras personalidades como el rey Felipe de España y la reina Leticia que, según él, quedó enamorada de sus sombreros.
“Él ha sido mi gran embajador y también ha llevado las ruanas que interpretamos en Boyacá con el logo de Mario Hernández”, asegura el santandereano que como muestra de agradecimiento lo llamó esta semana para celebrar con él este éxito.
De acuerdo con la página del empresario, este sombrero con el que apareció el rey Carlos III, hecho con la fibra de Palma de Iraca y con una cinta de cuero vegetal biodegradable, tiene un valor de $599 000 pesos, precio que daría cuenta, según él, de que es la “única marca americana” que compite con marcas europeas con productos de lujo asequible. “Con el dólar a $5000 pesos somos muy baratos, pero estamos vendiendo cosas diferentes también, con calidad, con diseño y traemos materiales de todas partes del mundo para poder competir con los productos importados que vienen al país”, argumenta.
Esta internacionalización de la marca lo ha llevado a ganar varios reconocimientos como el que logró obtener por su destacado papel en el concurso de diseño de las mochilas Wayúu en Estados Unidos. “He representado a Colombia en los emprendedores en Mónaco. He sido el gigante de Johnnie Walker en Latinoamérica y cuando vino el príncipe Carlos y el embajador me invitó a la embajada, allá yo le llevé un bolso a la reina hoy en día”, menciona con orgullo. Asimismo, recuerda con emoción el día en el que el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, estuvo en Bogotá y pasó por su almacén del Centro Comercial Andino.
Teniendo en cuenta que tuvo la oportunidad de conocerlo en persona durante una visita del entonces príncipe de Gales a Colombia, Mario Hernández lo describió como “un personaje criado para ser rey” por la manera como se expresa y atiende a los demás. “Me dedicó por lo menos cinco o seis minutos y es impresionante”.
Por eso, se atreve a llamar “ignorantes” y “envidiosos” a quienes especulan que la imagen podría ser un montaje. “Los invitamos aquí a la empresa, somos empresa colombiana, si quieren los llevamos a Aguadas con mucho gusto, les mostramos el producto, pero hay gente que dice que esto es hecho en China y ustedes ya vieron la fábrica y todo”, dice en alusión a la visita que hemos hecho para ver la fabricación de los sombreros. “La verdad es que son muy poquitos ignorantes”, sentencia sobre sus críticos.
Y no se detiene, asegura que esos comentarios son lo que menos le importan porque considera que “Dios construyó el mundo así. Es más la envidia de la gente con los que tenemos algo de éxito, pero no saben que gracias a nosotros generamos empleo, pagamos impuestos, construimos país. A esa gente no hay que tenerla en cuenta”.
Sus posturas políticas están claras y lo demostró una vez más con una cortante respuesta a esta pregunta: “Yo creo que no lo necesita, gracias”, además, fue contundente al manifestar que no tiene planeado regalar sus productos a ninguna otra figura pública porque después no tendría cómo pagarles a sus empleados.
Desde su perspectiva, dice que será un año difícil para los empresarios por la inflación, pero a la vez hizo énfasis en que su empresa trabaja para “un mercado con un poder adquisitivo de gente que conoce, que quiere productos de calidad y que los puede comprar”.
Hernández, de 81 años, aprovechó que todos los focos volvieron a ponerse en él, ya no necesariamente por razones políticas y controversiales, sino para alardear su éxito porque ha abierto más de siete tiendas nuevas, incluida una en el aeropuerto Maiquetía de Caracas. “Estamos cubriendo el país, estamos en Tunja, Pereira, en montones de sitios y en Venezuela acabamos de abrir tres tiendas nuevas, ya tenemos 19 tiendas allá”.
Acercados por la imagen del hermoso sombrero aguadeño, hay quizá otro sello que parece unir a Mario, el empresario, y a Carlos, el rey: la división que generan ambos, pues en sus países generan fervorosos amores y profundos odios. Lo que sí es cierto es que el británico está en decadencia —la popularidad es del 42 % frente al 75 % que había dejado su madre— mientras el colombiano demuestra que sigue vendiendo, a pesar de que en Colombia haya un “nuevo rey” al que no quiere mucho.