Le tenemos una breve reseña de cada uno para que redescubra el reino del placer en una mujer.
Nuestra fascinante serie “El ABC del Orgasmo Femenino” le trae: Los ocho tipos de orgasmos femenino.
Al ‘orgasmo clitoriano’ me gusta llamarle ‘Orgasmo Explosivo’ porque se siente como una fuerte explosión o un volcán en erupción. Es de naturaleza intensa, hermosamente poderoso y se siente más en el área genital. Este tipo de orgasmo no dura mucho y puede dejarnos un poco cansadas porque se libera una gran cantidad de energía. La gran ventaja es que no requiere de mucho tiempo de estimulación para llegar a él. Es el tipo de contacto perfecto para el ‘rapidito’ o famoso quickly. Basta con estimular correctamente el clítoris por unos minutos para que la mujer se encienda como un volcán.
He aquí el secreto para abrir el clítoris: las mujeres requerimos estimulación simultánea de diversos puntos que están conectados. Puede estimular el clítoris de su mujer con sus dedos, mientras la besa con pasión y con su otra mano puede estimular uno de sus pezones. Estos son tres puntos de placer que están conectados, y que usted puede activar simultáneamente. Una vez logre que la mujer llegue al orgasmo explosivo, ella podrá alcanzar picos de placer sucesivos que derivan en orgasmos más cortos e igualmente placenteros. El orgasmo explosivo descarga mucha energía y es sumamente placentero, así que los sucesores serán pequeños picos de placer que dejarán a la mujer lista para correr una maratón o para descansar un rato, dependiendo de su condición física.
De las cosas que más me preguntan es dónde está ubicado exactamente el punto G. Para ubicarlo es clave que invite a su compañera a que se explore para que ella pueda guiarlo a usted cuando hagan la exploración conjunta. Puede usar aceite de coco vegetal o excitarse hasta llegar a la lubricación para luego introducir los dedos índice y medio en forma de C. La punta de los dedos deben estar mirando hacia ella tocando la pared interior del abdomen… a unos 5 u 8 centímetros de la vagina, dependiendo de la profundidad de la misma. Debe buscar una superficie rugosa, y al encontrarla, detenerse y estimularla con toquecitos rítmicos y frecuentes hasta llegar al orgasmo.
Este orgasmo puede sentirse como una liberación de tensiones. Es muy placentero y no suele quedarse exclusivamente en los genitales, sino que fluye a través de todo el cuerpo, y las mujeres podemos experimentarlos uno tras otro. Suele ser una experiencia muy emotiva porque el punto G está conectado con el nervio pélvico, por lo que suelen ser orgasmos catárticos y bastante emotivos. Si abre las compuertas del Punto G, llevará a su mujer a abrir su corazón. Cuando libera una emoción atascada de su sistema, se sentirá más liviana y su corazón más abierto para conectarse a un nivel más profundo con usted. Con el punto G, además de producirse un orgasmo, a veces se puede conllevar a la eyaculación femenina.
Existe un tipo de orgasmo femenino que provoca éxtasis del alma y del cuerpo completo. La parte exterior del cervix, que es la única parte a la cual se puede acceder al cuello uterino por medio de la vagina, se halla cerca de la parte posterior de esta. Al final de cada estocada, cuando hay una penetración profunda, se siente una sensación única. A veces ese contacto resulta incómodo para la mujer al principio, si ella no se encuentra lo suficientemente excitada. Cuando la mujer logra una excitación total, la segregación de químicos por el torrente sanguíneo hará que su cuerpo se estremezca en una sensación de placer incomparable. La clave es hacer un buen preámbulo para que su mujer se caliente lo suficiente primero. Puede hacerlo ella misma o acompañada por usted, lo que significará un poco de juego exterior e interior antes de avanzar más.
El orgasmo cervical se produce cuando hay una presión profunda o un roce contra el cuello uterino que estimula los nervios que lo rodean. Estos nervios se distribuyen por toda la pelvis, y esta es la razón por la que los orgasmos cervicales son intensos y de cuerpo completo. Puede ser más fácil lograr la estimulación con un juguete o con una posición dominante, donde asegure una penetración profunda. La posición del perrito o ser penetrada por detrás podría ayudar con la estimulación cervical. En ese caso, permita que sea ella quien guíe los movimientos para que pueda medir el tipo de presión, la profundidad, el ángulo y la velocidad que se sienta mejor. El orgasmo cervical es muy místico porque la cérvix está conectada con el corazón. Por tal razón, cuando se estimula esta parte del cuerpo, la mujer experimenta un placer indescriptible que ayuda a abrir el corazón. Es un orgasmo implosivo, lo que significa que la energía no se libera, sino que se distribuye por todo el cuerpo. ¡Es tan intenso, que se conoce como una experiencia de cuerpo completo!
Uno de los mitos en torno a este tipo de orgasmo es que puede ocasionar dolor a la mujer. Cuando la mujer aprende a respirar de manera profunda lleva más oxígeno a los músculos, permitiendo que se relajen. Un ano relajado, se abre fácilmente y permite una penetración placentera con aceite de coco vegetal para cuidar de esta zona sensible. El ano está rodeado de miles de terminaciones nerviosas que generan mucho placer. También está dotado de gran flexibilidad que permite el juego inicial con los dedos, juguetes sexuales y, posteriormente, el pene.
Al ahondar en el ano, se encuentra el recto y el perineo, una zona que es tremendamente placentera, tanto para el hombre como para la mujer. Esta zona se logra con una penetración profunda. El perineo se encuentra entre la vagina y el recto. El perineo es una masa de tejido esponjoso eréctil, que se llena de sangre cuando se llega al punto de excitación. El 90 % de mujeres dicen haber experimentado un orgasmo anal cuando hay una correcta estimulación en este punto.
Mientras la mujer sea consciente de su cuerpo y de sus límites, y desde que haya confianza entre ambos y la apertura, la mujer sabrá cómo direccionar al hombre para que no le genere dolor. La recomendación es estimular el perineo con la lengua, los dedos, hacer toquecitos de manera rítmica en este punto, mientras estimulan otras partes del cuerpo de la mujer de manera simultánea como las caricias en el cuello, los besos, la estimulación del clítoris y de los senos.
¿Sabía que recientes estudios en sexología demuestran que la mayoría de las mujeres tienen una mejor experiencia con el Punto A en vez del Punto G? Por eso es importante no confundirlos. Al ir hacia el fondo de la vagina, usted se encuentra con la pared anterior, donde está la cérvix, la entrada al útero. El Punto G está localizado en la mitad de ese trayecto; pero si usted penetra de manera profunda hacia el fondo de la pared, va a encontrar el Punto A. Esta es una zona sensible en la pared superior de la vagina ubicado en la parte trasera de la misma. No es en la cérvix, porque aunque está ubicado en la misma pared, el Punto A se encuentra en la parte superior de la misma.
No es posible llegar al Punto A por medio de la penetración porque se estimula la cérvix en general y no permite el acceso con precisión. Se debe estimular introduciendo el dedo del corazón y ubicar el punto del dedo hacia arriba del fondo de la pared vaginal. En algunas mujeres, no se puede alcanzar el Punto A con el dedo debido a que su vagina es mas profunda, pero puede arrastrarlo hacia ella. Si usa un solo dedo va a tener mayor precisión para ubicar este punto y es posible provocar una sensación más intensa de esta forma. Cuando las mujeres son estimuladas desde el Punto A, normalmente tienen una experiencia de plenitud total, de gozo interior, una sensación que las nutre porque es vibrante, energizante y las penetra profundamente. Este tipo de orgasmo también puede provocar las fuentes manantiales de la eyaculación femenina. Aún así, son orgasmos separados y no necesariamente vienen juntos.
Lo invito a que explore la conexión intrínseca entre el pezón y el clítoris. La mejor manera de comenzar es con un buen masaje circular de senos que involucre todo… ¡menos el pezón! Así es señores, para producir un orgasmo de pezón, se debe evitar ese punto a toda costa, al menos en un principio. Comience por besar, acariciar, masajear y estimular diferentes partes de su cuerpo. Cuando ya la temperatura haya subido, entonces usted explorará los contornos de los senos… Solo cuando ella dé señales de excitación como sonidos, estremecimientos o cualquier tipo de expresión verbal o no verbal, usted podrá direccionar su atención hacia el pezón. Puede usar su dedo índice o su dedo pulgar y rozar el pezón de arriba hacia abajo, deslizarlo hacia los lados o de forma circular.
Funciona succionar, lamer y besar. Cuando ya haya alcanzado construir una gran cantidad de energía, comience a estimular el clítoris con su otra mano de manera simultánea. Esta conexión generará un fuego interno muy especial en la mujer, que si fue estimulada correctamente previamente, comenzará a jadear y a generar movimientos incontrolables. Calcule unos 15 o 30 minutos de estimulación de estos dos puntos en simultánea para que su mujer pueda disfrutar de un orgasmo de pezón. También puede tomar los dos senos al tiempo y estimular los dos pezones a la vez. Recuerden que los senos también están conectados a la cérvix, por eso al estimularlos, se genera la secreción de fluidos sexuales en la vagina.
Este tipo de orgasmo es muy placentero para ambos porque mientras su mujer le practica sexo oral, ella también puede experimentar un orgasmo en su garganta. Lo importante es que ella se abre al simple hecho de dar con amor y placer, en vez de hacerlo desde la obligación, como si fuera una ‘tarea por cumplir’. Con este tipo de orgasmo, su mujer debe experimentar que su garganta se abre de par en par como si le ‘sacaran un corcho’ a una botella de champagne. Para lograrlo, debe propiciarlo de manera prolongada y profunda.
La segunda prueba ‘magna’ es, que una vez propiciada su eyaculación, la mujer tragará su semen sin darse cuenta, simplemente porque su garganta se ha abierto tanto, que sentirá como si nada hubiera pasado por ese angosto orificio. Y cuando esto sucede, de manera simultánea se contrae el útero, cuyas compuertas se abren de par en par también para propiciar el más delicioso orgasmo de una mujer. En ese momento, ella sentirá un efecto rebote en la garganta, que retumbará en una sensación placentera en la misma, de donde puede salir un líquido dulce, que los yoguis llaman ‘amrita’ , nombre en sánscrito que traduce “elixir de los dioses.” Es el mismo líquido que por siglos ha sido consignado en los textos védicos como ‘el Santo Grial del sexo’: una sustancia divina con propiedades antioxidantes y rejuvenecedoras que promete la eterna juventud.
La máxima escala del placer humano es el orgasmo de cuerpo completo. Sin embargo, nosotros seguimos obsesionados con el orgasmo genital, puesto que nadie nos enseñó sobre la existencia del primero. Las personas que hemos experimentado un orgasmo de cuerpo completo, comprendemos lo que significa éxtasis y gozo interior. Ya no se trata de un placer físico, puntual o pasajero que viene y se va en un instante de luz. Es una experiencia que le deja el alma llena, el cuerpo satisfecho y la mente vacía. Para propiciarlo, se debe aprender a construir la energía sexual por medio de técnicas de respiración sexual que son más avanzadas y requieren de entrenamiento. Cuando se construye la energía sexual y se distribuye por todo el cuerpo, pasamos de experimentar un orgasmo genital a uno de cuerpo completo.
Es el ‘orgasmo supremo’, el encuentro entre lo humano y lo divino, entre lo espiritual y lo material. Después de esta experiencia, usted y su pareja jamás tendrán que elegir entre ser sexual o espiritual. Comprenderán que el sexo sublimado es el máximo estandarte del amor en esta experiencia física. La descarga prolongada de oxitocina de una o dos horas lo dejará extasiado en un nirvana que lo acompañará días después de esa experiencia. Esta es la piedra filosofal o la quinta esencia del sexo. Su experimentación merece ser vivida para comprender la trascendencia de la sexualidad sublime.
“De eso tan bueno no dan tanto”, reza el dicho popular con el que crecieron tantas generaciones. Por eso nos cuesta tanto creer, que además de tener acceso a nueve tipos de orgasmos, el último sea la experiencia culmen de tener dos de ellos en simultánea. El cuerpo humano tiene meridianos energéticos que han sido ampliamente transmitidos por la medicina china oriental con prácticas vigentes aún como la Acupuntura y la Reflexología. Y si vamos más allá, también tenemos algo llamado ‘centros energéticos’, que los yoguis llaman ‘chakras’, que significan ‘ruedas’ o discos’.
Cuando usted enciende uno de esos centros energéticos, puede encender otro, en simultánea. ¿Cómo es posible? La explicación es muy simple. Todo en el cuerpo está conectado por esos meridianos, de tal forma que funcionamos como ‘vasos comunicantes’. Cuando el sistema nervioso se enciende, le envía una señal al resto de neuronas, creando sinapsis y nuevos caminos de comunicación hasta entonces no recorridos. Esto sucede en el cerebro… y por eso siempre se ha dicho que el órgano sexual más potente es la cabeza y es porque todo está conectado.
El orgasmo mixto es una mezcla de dos sensaciones en simultánea que ocurren en dos partes del cuerpo. Sin embargo, como no solo es físico, sino energético, se siente como un ‘hormigueo’ difuso, placentero y que recorre todo nuestro cuerpo. Es por esto, que es difícil distinguir cuál comienza primero o si los dos se están sucediendo. A este tipo de orgasmo se llega con la práctica continua de todos los ocho anteriores que hemos visto en esta maravillosa travesía “El ABC del orgasmo femenino”. Este orgasmo requiere la maestría para sentir dos de cualquiera de los demás en simultánea.
¡Así que manos a la obra! Aún tenemos mucho por explorar en pareja.
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María Lucía Tarazona
Experta en Sexualidad Transformativa
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