El éxito del himno argentino en Qatar inspiró a muchos para hacer adaptaciones colombianas bastante forzadas, pero para las Eliminatorias que están a la vuelta de la esquina vamos a necesitar mucha más originalidad. Una columna de fútbol, pero como el fútbol es más que un deporte, aquí va.
Por: Ricardo González Duque
No se demoraron mucho en colombianizar el himno de la Selección Argentina en el Mundial de Qatar: la versión de “Muchachos, esta noche me emborracho” de La Mosca, que fue un homenaje a Maradona, Messi y al anhelo cumplido de la tercera copa para los argentinos, escrito por un hincha de Racing Club.
Pero lo cierto es que la canción adaptada por Fernando Romero antes de un partido en el Estadio Monumental en 2021, encontró en Colombia una copia algo forzada que se disemina por TikTok: “En Colombia nací, tierra del Pibe y Leonel (Álvarez)”, así comienza la canción de acá que intenta, además, equiparar equivocadamente la estrofa “de los pibes de Malvinas que jamás olvidaré” con “los pibes de Corea”, en alusión al Batallón Colombia enviado por el entonces presidente Laureano Gómez, según cuenta la historia, para limpiar ante la comunidad internacional su imagen de nazi.
Es cierto que el envío de tropas colombianas a Corea se asemeja a las Malvinas porque fue una guerra absurda en la que mandaron a soldados literalmente al matadero -en el caso colombiano murieron más de 140 de esos combatientes- sin embargo, ese episodio no despierta el mismo fervor, nacionalismo y controversia vigente que en Argentina sí tiene la guerra que la dictadura militar le declaró al Reino Unido por la soberanía de las islas, en un intento desesperado por mantenerse a flote y que tuvo un costo altísimo: 649 argentinos asesinados y se estima que otros 350 que se suicidaron.
En Twitter, un usuario aseguró que una niña de 7 años le preguntó a su papá recientemente que quiénes eran “los pibes de Malvinas”, lo que confirma que esa herida abierta allá está lejos de cerrarse y seguirá pasándose por generaciones en un país que continúa reivindicando las islas, que están a 1.913 kilómetros de Buenos Aires y a 12.755 de Londres, como argentinas. En contraste, héroes o no, olvidados injustamente o no, acá los veteranos de la guerra de Corea quedaron además manchados por un lamentable episodio: fueron acusados de haber participado en la masacre estudiantil de 1954.
Así que no, los del Batallón Colombia no son iguales a “los pibes de Malvinas que jamás olvidaré”, están lejos de serlo. Pero si es que quieren insistir con la falta de creatividad y adaptar el exitoso himno argentino en tierras árabes a la realidad local, lo más justo sería hablar de “los falsos positivos y soldados secuestrados que jamás olvidaré”, horrores que nos dejaron 6.402 jóvenes muertos y 1.214 más padeciendo el cautiverio.
“Los robos en Brasil y Rusia cuántos años los lloré // Pero eso se terminó porque en 2026 // El Mundial en USA lo va a ganar papá //” continúa sin mucho ritmo la adaptación que, eso sí, termina con un bonito homenaje a íconos del fútbol que ya fallecieron: “Y a Freddy en el cielo lo podemos ver, con don Delio y con Andrés alentando a Radamel”.
La Selección Colombia que se está formando se merece mucho más que esto. Más allá de derrumbar la analogía entre Corea y Malvinas y de mostrar la falta de rima de la versión colombiana de “Muchachos”, lo cierto es que el equipo de Néstor Lorenzo demanda un himno original para las Eliminatorias que están a la vuelta de la esquina. Y no lo escribo como simple retórica: el fútbol del equipo de Scaloni fue genial, pero el apoyo que recibió de la mejor hinchada del Mundial fue invaluable para ser campeón.
La ilusión empieza a crecer: “Queremos volver a poner a Colombia en lo alto”, prometió en su última declaración del año el técnico Lorenzo, discípulo del profe Pékerman, quien fue a su vez el formador de los entrenadores de la Argentina campeona de hoy, como reconocen en Buenos Aires, así en Bogotá haya un periodista en proceso de retiro al que le duela.
Ese “poner en lo alto” implica para la Tricolor un título, que necesita con urgencia porque ya no podemos seguir viviendo de la historia de hace más de 21 años con la Copa América. Esa sed de ser campeones nos la tendrá que saciar la renovación de Yaser Asprilla, la magia de ‘Lucho’ Díaz, un James Rodríguez recargado y la experiencia de Falcao, porque si ni Messi, Di María o Modric están pensando en retirarse, ¿por qué tendría que hacerlo ‘El Tigre’?
Con la misma influencia argentina que hay en la dirección técnica y que ya demostró éxito, hay que motivar la creación de los cánticos originales de la hinchada desde ya. Sí, hay canciones bonitas -las mismas de siempre- de intérpretes que se han inspirado en el equipo para lanzar sus éxitos, pero la Selección Colombia necesita un verdadero derroche de creatividad de sus hinchas para ver si siendo “locales”, como podríamos serlo en el Mundial de 2026 si clasificamos, logramos emular lo que hicieron los argentinos con “Muchachos”. Y, ojalá, tengamos el mismo resultado.