El TrasMilenio y sus historias, hay tantas que difícilmente se podrían resumir. En el transporte público pasa de todo y en uno tan masivo como el que recorre las calles de Bogotá.
En algún momento de la vida muchos de los que están leyendo este artículo seguramente lo han usado y son de esos personajes que jamás han pisado este medio de transporte, seguramente lo habrán visto viajar de un lado a otro por su carril en la capital colombiana.
Si se le preguntara a cada una de las personas que lo usan una anécdota que les haya pasado, buena o mala, fácilmente se podría escribir una saga. Aunque parezca insólito, es posible que pasen cosas que usted no se imagina o que aparezcan personajes que solo se ven en este tipo de lugares.
Entre estas historias aparecen unas que solo los fieles usuarios de los buses rojos la conocen: la misteriosa historia de la ruta G66, ¿ Por qué no todos la conocen? sencillo, porque una persona que no lo usa regularmente no podría saber que esta ruta realmente no existe. Se dice que es un bus fantasma.
Se dice que esta recorre las calles entre las 2 y 3 de la mañana en algunas estaciones del servicio. Testigos aseguran que la ven dejar y recoger pasajeros en la Avenida Jiménez, otros aseveran que su viaje de madrugada empieza en la estación Perdomo y su destino final es el sur de la capital.
Los más intrigante del asunto es que el articulado, que se diferencia por ser de color morado, no es conducido por chofer alguno y aquellos que por una u otra razón se suben al mismo, desaparecen sin dejar rastro. O eso dicen los que han sido testigos del G66, y es que hasta el número le hace justicia al mito.
La leyenda empezó, como todo , con una historia. Los que la conocen aseguran que la primera aparición de esta ruta fue en la Avenida Jiménez, cuando una persona se subió en el articulado y nadie supo nada más, pues desapareció sin dejar rastro. Existe otra historia que fue contada por una joven tiktoker.
En su perfil de dicha red social, decidió contar el mito, uno que tendría su origen en el año 2019. “Hace mucho tiempo...”, bueno, ni tanto, hace cuatro años, un grupo de jóvenes salía de una fiesta a altas horas de la madrugada y mientras buscaban como irse para sus casas, pasaron por una estación de TransMilenio que estaba completamente iluminada.
Ante la falta de dinero de uno de ellos y la facilidad de encontrar la estación aparentemente en servicio, decidieron utilizar el servicio y a los pocos segundo observaron que un bus se acercaba, era el G66 y sin pensarlo, el joven se subió una vez se abrieron las puertas.
Como no tenía dinero que le alcanzase para agarrar un taxi, decidió tomar un TransMilenio en una estación cercana que, paradójicamente, estaba abierta e iluminada. Unos cuantos segundos después llegó la ruta G66, a la que se subió y supuestamente nunca volvió a aparecer.
De acuerdo con el relato de la joven, el personaje e la historia nunca llegó a su casa y nadie volvió a saber de él. Sus padres lo buscaron, pero fue en vano, pues no se supo nada más, es como si se hubiese esfumado. Cuando interrogaron a los amigos, estos aseguraron que no había pasajeros ni conductor, pero que aun así su amigo se subió.
Lo más extraño del asunto es que no son los únicos dos testimonios de este misterioso bus, pues varios aseguran haberlo visto en la madrugada sin chofer y sin pasajeros vagando por la ciudad. Algunos dicen que el mito realmente no empezó en 2019 sino antes, mucho tiempo atrás. testigos aseguran haberlo visto en 2014, y usted, ¿Ha visto la ruta fantasma?