La asesina habría encontrado a su víctima en redes sociales.
En definitiva, este es un caso que seguramente saldría en una temporada de series como CSI, La ley y el orden, El Mentalista, en documentales de programas de asesinatos o en algún especial de homicidas. Pero, por más ficticio que pueda parecer, pasó en la vida real.
Todo empezó en Alemania, específicamente en Munich. De acuerdo con la investigación, la responsable es Sharaban K, una mujer que decidió fingir su muerte y para hacerlo debía encontrar a alguien que se pareciera a ella para elaborar todo su plan.
El primer paso era la búsqueda, así que utilizó sus redes sociales para encontrar a alguien que se pareciera a ella. Y la encontró. Se trataba de una bloguera de belleza y maquillaje que tenía rasgos similares a los de Sharaban.
La mujer, de origen alemán-iraquí de 23 años de edad, cuadró una cita con la mujer elegida. El engaño para atraerla fue proponerle un intercambio de publicidad para su marca a cambio de obsequiar maquillaje como método de pago. La creadora de contenido aceptó y quedaron en encontrarse.
El cómplice de esta historia es el novio de la que sería la asesina. Ambos recogieron a la víctima para el supuesto negocio y la llevaron a un bosque. Una vez en el lugar, la apuñalaron más de 50 veces y dejaron su cuerpo en el baúl del vehículo.
Sharaban le había dicho a su familia que se reuniría con su exesposo. Horas después, sin saber nada de ella, sus allegados empezaron una búsqueda que los llevó al vehículo que guardaba el cuerpo sin vida de la sustituta.
Debido a las puñaladas, era difícil asegurar que la mujer en el baúl no era la misma que estaban buscando, pero una autopsia fue la responsable de determinar que el cuerpo no era de Sharaban, sino de la maquilladora.
“Después de la investigación, se concluyó que la sospechosa del crimen quería esconderse debido a disputas familiares e intentó fingir su propia muerte”, dijo Veronika Grieser, la fiscal estatal a los medios de comunicación. La pareja podaría llegar a pagar cadena perpetua por el crimen contra la creadora de contenido.