El hombre decidió dejar su vida atrás y dedicarse al ascetismo por el resto de sus días.
En el mundo existen miles de creencias y religiones que rigen la vida de aquellos que las siguen y las practican. Se estima que existen alrededor de 4200 religiones en el planeta. De esta cantidad, según un estudio del Pew Research Center, el 75 % de la población practica el cristianismo, el islam, el hinduismo y el budismo.
Cada una de ellas tienen sus rituales, sus deidades, sus profetas, sus formas de entender y vivir la vida dependiendo de lo que busque cada una de ellas. Ante este panorama, aparece la historia de Amar Bharati, un hombre que hace más de 50 años decidió darle un giro a su vida.
Un día, decidió dejar a un lado toda su vida para dedicarse al ascetismo, una doctrina que busca la purificación del espíritu a través de de la negación de placeres y la vida material. Desde entonces, decidido subir el brazo y no lo ha bajado en décadas.
En 1973 un hombre de India vivía tranquilamente junto a sus tres hijos y trabajaba en un banco como muchos otros, pero un día su vida cambió para siempre. Un día de aquel año tomó la decisión de que cambiaría toda su realidad para convertirse en ‘sadhu’, un monje que induce al camino de la iluminación en el hinduismo.
Este tipo de prácticas son comunes en esta cultura, pero el de este hombre llegó a un nivel superior al tomar la decisión de hacer una acción pacifista para su estilo de vida: levantar el brazo derecho con el puño cerrado. Esto lo hizo en representación del bienestar en el mundo y para poder alcanzar la paz mundial.
Si el mundo llega a la paz, Amar podría bajar su brazo, pues su propósito se habría cumplido. Sin embargo, esto no ha sucedido y puede estar cada vez más lejos de hacerse realidad. Además, aunque quisiera hacerlo y la guerra terminara, lo podría bajar su extremidad, pues su cuerpo se adaptó a tenerlo levantado.
Tener el brazo levantado duele unos minutos después para cualquier mortal. Para Amar esto pasó a los dos años de tenerlo en esa posición. Después, sus músculos se atrofiaron y su cuerpo se acomodó para que tener su extremidad de esta manera fuera normal. La única forma de que baje el brazo es romperlo, pues sus huesos ya se acomodaron de esta manera.
Aunque para aquellos que viven en este lado del mundo sea impactante e insólito, para aquellos que lo admiran esto es un hecho sobrenatural y una acción que debe ser admirada no solo porque alzar el brazo es sinónimo de fuerza y adquisición, sino por la causa, un anhelada paz mundial.