Cantinflas.

Historias

Así luce la mansión abandonada de Cantinflas en Acapulco

Por: Soho.co

El famoso actor falleció el 20 de abril de 1993 por un infarto al corazón debido a un cáncer de pulmón.

Si se habla de películas mexicanas es imposible no pensar en Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, más conocido como Cantinflas. El hombre del cine de oro de México y probablemente el ídolo más importante del país. Su famoso bigote marcó la historia del séptimo arte latino.

El trabajo en el arte de este cómico personaje lo convirtió en una leyenda. De hecho, el día de su muerte miles de personas se reunieron para hacerle un homenaje. Tal fue su influencia que diversos jefes de Estado le dieron el último adiós y hasta el Congreso de los Estados Unidos guardó un minuto de silencio por él.

Cantinflas es un ícono del cine tanto latino como en Hollywood. El mimo, actor, productor, guionista y comediante tuvo una larga trayectoria frente a las cámaras y le dio visibilidad a sus raíces en el mundo del entretenimiento desde 1936 hasta 1984.

Entre sus numerosas producciones destaca La vuelta al mundo en 80 días, una cinta que lo llevó a quedarse con el Globo de oro de 1956 a mejor actor. En el filme interpreta a Passepartout el acompañante del señor Frogg en la vuelta al globo. En esta película compartió con David Niven, Evelyn Keyes y hasta Frank Sinatra.

Cantinflas

La mansión de Cantinflas está en ruinas

El legado de Cantinflas es inmortal, en pleno siglo XXI su nombre sigue vigente y sus producciones son tesoros del séptimo arte. Sin embargo, el tiempo hace lo suyo y las cosas que no se preservan se van perdiendo en el tiempo. Un ejemplo de esto es su mansión, la vivienda soñada del actor hoy es un paisaje de ruinas.

En la década de los 50, el actor mexicano materializaba lo que siempre había soñado: una casa frente al mar. Eligió puerto Hermoso, en Acapulco como el lugar en el se alzaría su propiedad. La idea de hacer un paraíso basado en sus pensamientos se hizo realizada.

En vida, Mario pasaba sus días de verano en la mansión. Un espacio privado que había constado para pasar momentos bajo el sol en compañía de su familia y amigos. El lugar hace parte de su legado, pero el tiempo y el descuido le jugaron en contra y lo que un día fue un paraíso, hoy no es más que abandono materializado.

El lugar serviría para hacer una película de terror. Las piscinas están vacías, sin pintura y oxidadas. Los muros que aun se mantiene en pie están cubiertos de oscuros colores y moho. La maleza habita toda la mansión y los objetos están desgastados por el clima y los años. Y la estatua del actor, que se alza en la entrada, es una sombría figura que vigila el terreno.

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