A pesar de que cinco sicarios de Escobar han declarado a su favor, Krishna Maharaj continúa en la cárcel.

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Krishna Maharaj: El hombre que murió en prisión por un crimen que ordenó Pablo Escobar

Por: Redacción Soho

“Yo no estaba ahí”, declaró Maharaj en una entrevista.

Hasta su muerte el 5 de agosto de 2024, Krishna Maharaj, un británico condenado por un doble asesinato, mantuvo su declaración: no era culpable. Señaló hasta el final de sus días al célebre capo colombiano, Pablo Escobar, como el verdadero autor intelectual de los homicidios por los que pasó más de 38 años tras las rejas. Pero, ¿cómo es posible que un hombre sin antecedentes criminales, con testigos a su favor, terminara en prisión por un crimen que ni siquiera cometió?

Durante los años 80 y 90, la guerra desatada por Pablo Escobar contra el Estado colombiano dejó una estela de sangre y muerte, arrasando con políticos, magistrados, jueces, policías, y cualquier otro que se interpusiera en su camino. No fue solo Colombia la que pagó el precio del narcotráfico y la violencia desmedida del capo. En un hecho poco conocido, se suma una víctima indirecta de Escobar: Maharaj, quien falleció tras pasar casi cuatro décadas en una prisión de Florida.

El 16 de octubre de 1986, dos hombres de origen jamaiquino, Derrick Moo Young y su hijo Duane, fueron brutalmente asesinados en Miami. Ambos estaban vinculados a la violenta guerra entre los narcos colombianos y los barones de la droga cubanos. Esa misma noche, Krishna Maharaj fue arrestado y acusado de los homicidios. La policía presentó pruebas que supuestamente lo incriminaban, incluida la declaración de un testigo que afirmó haber sido retenido por Maharaj antes de los asesinatos. Sin embargo, seis testigos juraron que el británico estaba a 50 kilómetros del lugar del crimen, pero sus testimonios fueron ignorados, y Maharaj fue condenado a muerte.

Persistente en su afirmación de inocencia, Maharaj encontró un aliado en el abogado de derechos humanos Clive Stafford Smith, quien logró que la sentencia de muerte fuera conmutada por cadena perpetua. Esto dio tiempo a Stafford Smith para reunir pruebas de que el crimen había sido, en realidad, una operación ordenada por el Cartel de Medellín, liderado por Escobar. Investigaciones revelaron que Derrick Moo Young era un testaferro de narcotraficantes y que su asesinato fue una represalia por parte del Cartel.

pablo escobar Capo del narcotráfico | Foto: Semana

“Yo no estaba ahí”, declaró Maharaj en una entrevista con la BBC. “Al menos seis personas dijeron que ese día yo estaba en otro lugar, a más de 30 kilómetros del hotel. No podía creer que me hubieran condenado”. A pesar de la evidencia que exoneraba a Maharaj y de las declaraciones del sicario de Escobar, Jhon Jairo Velásquez, alias Popeye, sobre la responsabilidad del Cartel en el doble homicidio, la justicia estadounidense se negó a liberarlo.

Incluso con pruebas que involucraban directamente a los hombres de Escobar en el hotel donde ocurrieron los asesinatos, la Corte Federal de Apelaciones de Estados Unidos no concedió la libertad a Maharaj. En 2017, un exagente de la DEA confirmó que los sicarios de Escobar habían estado en el lugar la noche del crimen, pero ni eso logró cambiar el rumbo del destino del británico.

“Cuando me condenaron a muerte, me desplomé en el suelo del tribunal. No podía creer que me hubieran condenado por un crimen del cual no sabía nada, y por supuesto, que nunca cometí”, confesó Maharaj. Sus palabras resuenan con la amargura de la injusticia, un eco que persistirá más allá de su muerte.

A pesar de que cinco sicarios de Escobar han declarado a su favor, Krishna Maharaj continúa en la cárcel.

Finalmente, el 5 de agosto de 2024, Krishna Maharaj murió en prisión, sin haber visto nunca la libertad que tanto buscó. Su cuerpo fue trasladado a Reino Unido por su esposa, quien durante todos esos años mantuvo la esperanza de verlo libre. “Veo esto como uno de mis grandes fracasos”, dijo su abogado Stafford Smith a The Guardian, reflejando la frustración y la impotencia que sintió ante un sistema que se negó a corregir un error fatal.

La historia de Maharaj es un recordatorio escalofriante de cómo los tentáculos del narcotráfico, liderado por hombres como Pablo Escobar, alcanzaron lugares inimaginables, dejando víctimas más allá de las fronteras de Colombia y del tiempo. Una vez más, la realidad supera a la ficción, mostrando que la injusticia no conoce límites y que el poder del crimen organizado puede destruir vidas a su paso, incluso de quienes nunca deberían haber estado en su radar.

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