Al parecer, los muertos vivientes existen en el mundo real... ¿Lo sabía?
Aunque pueda parecer algo llamativo y hasta a muchos se les pase la idea de que este es un destino turístico en Estados Unidos, lo cierto es que es todo lo contrario. Este lugar ha sido apodado de esta manera por sus habitantes, quienes caminan como zombis, literalmente.
Al llegar a esta calle ubicada en Filadelfia, las drogas son las protagonistas. Las personas ven, pero no reaccionan, muchos no son conscientes de lo que está pasando ni donde están ni qué hora es ni qué día es. Incluso pueden llegar a olvidarse de sí mismos.
Su postura erguida de años de evolución es cambiada por una encorvada, los ojos hacia arriba y paso lento por el lugar lleno de basura, inseguridad, delincuencia y drogas. No importa la edad o el género, lo único importante es el consumo de sustancias como el fentanilo, una que ha estado sonando en diferentes partes del mundo, incluyendo Colombia.
De acuerdo con las declaraciones de Julián Quintero, director de la organización Échele Cabeza, a Noticias Caracol: “Son medicamentos, lo que se hizo fue desviarlos del uso hospitalario. El fentanilo de uso intrahospitalario y que llega en ampolletas no va a ser nada difícil saber de dónde llegó, porque las cajas están marcadas con el nombre del laboratorio que los hizo y seguramente hay laboratorios legales que lo hacen”.
Por su parte, el Fiscal Barbosa expresó frente a esta sustancia que: “esta es una droga que no se había visto en el país de esa manera, es la famosa droga que se denomina ‘Captagon’ en Siria, es la droga de los yihadistas, es la droga que está generando 300 muertos en Estados Unidos diarios, 100 mil muertos el año pasado. Tiene sacudida África, tiene sacudidos algunos países árabes. Su centro es Siria y encontramos eso en Kennedy, en la ciudad de Bogotá”.
Kesington Avenue ha sido catalogada desde el 2017 como el Campamento de drogadictos al aire libre por la BBC. Las fotos se han viralizado en Internet por la cruda realidad de su habitantes con adicciones a diversas sustancias.
Según la revista Forbes este barrio tiene herencia inglesa e irlandesa y era considerado un estandarte de la clase trabajadora. Sin embargo, el consumo de drogas se ha tomado el lugar y las sobredosis son parte del día a día.
De acuerdo con un reportaje del The New York Times en 2018 las personas que pasan sus días en esta zona “se inyectan agujas en brazos, cuello y entre los dedos de los pies. Cojean y cabecean. Algunos están tirados en el suelo y parecen estar muertos”. Sumado a esto, la inseguridad, la pobreza, las condiciones precarias y la prostitución hacen parte como los muros, construcciones del lugar.
Aunque se ha intentado arreglar esta situación, el paso del tiempo solamente la empeora, pues llegan más personas, la violencia se vuelve protagonista y el consumo no deja de alimentar a todos aquellos que cayeron en esta vida.