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Tener relaciones en lugares que genere adrenalina es una tendencia que ha tomado fuerza en los últimos años. Sin embargo hay bastantes que aparte de no ser bien vistas son muy peligrosas. Tal es el caso de esta historia que le contaremos a continuación.
En Madrid, España, un hombre fue sorprendido conduciendo mientras recibía sexo oral por parte de su pareja. Las autoridades al percatarse de que algo no andaba bien con el conductor y le pidieron detenerse.
Ante la solicitud, el hombre se negó a hacer el pare y continuó manejando a gran velocidad hasta que por fin, luego de varios avisos, decidió detenerse. Cuando las autoridades se acercaron al carro, se percataron de que el sujeto tenía el pantalón y sus calzoncillos abajo. Además, notaron que su parte íntima estaba erecta.
Y para rematar, la copiloto tenía la cabeza agachada muy cerca de las piernas del conductor. Estos hechos demostraron que los pasajeros estaba teniendo intimidad dentro del carro y cuando este estaba andando en plena carretera.
El diario ABC Castilla y León, reveló que la Dirección General de Tráfico notificó que el conductor multado iba manejando “con el pantalón y el calzoncillo bajado y el pene erecto y su acompañante en el asiento del copiloto con la cabeza entre las piernas del conductor”.
Este tipo de infracción fue catalogada por las autoridades como ‘conducción temeraria’ y el sujeto recibió una multa de 500 euros.
Por la curiosa noticia, la multa que le fue impuesta al irresponsable conductor se hizo viral en las redes sociales. Usuarios no pararon de comentar la descabellada situación.
“Ya no dejan ser feliz al volante”, “se la pusieron por envidiosos”, “es imposible saber que tenía el pene erecto si su compañera estaba con la cabeza entre sus piernas” y “Claramente hay circunstancias que entorpecen la atención sobre la conducción, multa bien puesta”, fueron algunos de los comentarios que usuarios dejaron en el trino que deja ver la multa.
Esta es la multa
Por su parte, otras personas defendieron al conductor asegurando que todo son suposiciones y que el afán de cobrar una multa de 500 euros pudo más que percatarse de que en realidad estaba teniendo sexo mientras conducía.
Hay una práctica puntual de sexo en público denominada dogging, en la que las personas pueden ver a otros tener sexo o que los vean a ellos y hasta se puede presentar la oportunidad de intercambiar parejas o entrar en escena.
Para la psicóloga clínica y sexóloga Paola Andrea Beltrán, este espacio llama bastante la atención, porque se cumplen fantasías en dos vías “ser vistos y poder interactuar”; además, afirma que uno de los componentes que más hacen presencia en esta práctica y que hace que todo sea más divertido es la adrenalina.
Aunque hasta hace poco se ha venido conociendo este tipo de encuentros en América Latina, se sabe que existen sitios web, grupos en redes sociales y hasta foros, que se encargan de toda la gestión de esta práctica.
Además, hay guías que explican cuáles son los mejores escenarios para tener sexo en diversas partes de Europa.