La mirada surcoreana sobre la capital colombiana.
Bogotá, una ciudad de contrastes, oportunidades y desafíos, es el escenario de una de las películas surcoreanas más esperadas del año. Bogotá, tierra de últimas oportunidades busca retratar la capital colombiana desde una mirada extranjera, explorando lo que hay más allá de su percepción habitual: una urbe que, pese a su caos y complejidad, se ha convertido en un punto de partida para quienes buscan un nuevo comienzo.
Desarrollada desde finales de 2019, la producción enfrentó numerosos desafíos antes de su estreno. Con un equipo conformado por 65 talentos surcoreanos y cerca de 200 colombianos, el rodaje sufrió retrasos significativos debido a la pandemia de 2020, que obligó a suspender la filmación temporalmente. Sin embargo, tras superar estos obstáculos, la película finalmente llegó a la pantalla con la promesa de ofrecer una representación auténtica de la capital colombiana.
Dirigida por Kim Seong-je y protagonizada por Song Joong-ki, una de las estrellas más reconocidas del cine surcoreano, la cinta se adentra en el corazón de Bogotá para capturar su esencia. Desde sus calles bulliciosas y su vibrante multiculturalidad hasta las historias de quienes la habitan, el filme promete una mirada distinta sobre la ciudad, alejada de los estereotipos y basada en la experiencia de quienes llegan a ella en busca de nuevas oportunidades.
La historia sigue a Guk-hee, un hombre que emigra junto a su familia desde Corea del Sur a Colombia en los años 90. Lo que comienza como un intento por encontrar un mejor futuro, pronto se transforma en una lucha por la supervivencia en los oscuros entramados del mercado negro bogotano. La película combina drama y suspenso para reflejar las dificultades de adaptación y los caminos inesperados que llevan a un destino incierto.
El tráiler de la película ofrece una narrativa que captura tanto la esperanza como la desilusión. La voz de Guk-hee introduce la historia con una frase contundente: “Colombia, una explicación de una línea en el libro de texto de geografía: ‘es el país del café’”.
El proyecto cinematográfico también representa un hito para Colombia y Corea del Sur, al ser la primera película coreana en beneficiarse de los incentivos de la Ley 1556. Esta legislación, promovida por la Comisión Fílmica de Colombia, ha transformado al país en un destino atractivo para producciones internacionales. “Colombia tiene un excelente sistema de incentivos y, dado que la historia tiene lugar en Bogotá, no había razones para no filmar allí”, afirmó Park Sung-il, productor ejecutivo del filme.
La ambientación se centra en el mercado de San Andresito, reflejando la lucha de los inmigrantes surcoreanos por establecerse en un contexto complejo. Además de las escenas cargadas de acción, la película explora temas como la identidad, la ambición y la lucha por la dignidad en un entorno desconocido.