Juan Pablo González Gómez, el presunto abusador de Hilary Castro, fue asesinado en URI de Puente Aranda y testigo contó cómo ocurrió.
Hace varias semanas Bogotá fue testigo de uno de los casos más aberrantes de abuso sexual a una menor de edad en una estación de TransMilenio al norte de la ciudad.
Luego de que la denuncia de la joven se hiciera viral en redes sociales, las autoridades se dieron a la tarea de buscar al autor del crimen y rápidamente lograron ubicarlo y capturarlo. Aunque, la captura fue un buen resultado del trabajo de la Policía, el presunto abusador identificado como Juan Pablo González Gómez fue trasladado a la URI de Puente Aranda y allí murió.
Inicialmente se había dicho que la muerte del delincuente fue un suicidio, sin embargo, luego de los primeros análisis del cuerpo se encontraron muchas marcas de golpes por lo que en realidad habría sido asesinado, pero no se sabía por quien.
En medio del misterio por la muerte del presunto abusador, mucho se especuló en redes sociales sobre el tema, ya que ciudadanos afirmaban que se trató de un caso de justicia por mano propia ejecutada por otros presos del URI o que incluso mismos agentes de policía lo habrían hecho, sin embargo, nada era seguro hasta ahora que se conoció un testimonio de un personaje que presenció el crimen.
De acuerdo con las declaraciones del testigo entregadas a las autoridades, fueron seis sujetos los que con permiso de dos agentes custodios ejecutaron una tremenda paliza que, al final, le quitó la vida a Juan Pablo González.
Tal como declaró el testigo, los seis asesinos hacen parte de una banda denominada ‘Los Plumas’ que operan en la URI cobrando deudas y haciendo control desde ese lugar del expendio de estupefacientes.
Según lo dicho en las declaraciones reveladas por Revista Semana, a González “lo tiraron al piso y estas seis personas, al mando de alias el Tío, alias Derby y alias Junior, lo cogieron a patadas… Alias Blacho, que es el más sanguinario de todos, le saltaba en las costillas hasta partirlas, y alias Jeferson le pisaba la cabeza a Juan Pablo”.
Ante eso destaca que fueron varios los minutos en los que estuvieron acribillando al aparente culpable del abuso de la menor y que la vida en esas celdas es bastante salvaje, pues los reclusos saben que si están siendo castigados no pueden pedir ayuda porque la paliza se pondría peor.
“Mientras unos se concentraron en las costillas, otros, en la cabeza”, mencionó el testigo explicando cómo ocurrió el asesinato.
“Lo asesinaron en presencia de los policías. De eso no hay duda”, expresó el testigo agregando que los agentes sabían que eso pasaría, ya que lo cambiaron de celda muy rápido. “Apenas entró lo pasaron a la celda cuatro, cuando todos los detenidos deben pasar mínimo cuatro días en la celda ocho, que es la transitoria”, concluyó.