La posibilidad de que los tripulantes se salven es cada segundo más escasa, pues el tiempo y los recursos se agotan.
Desde el domingo 18 de junio la noticia de que un submarino que realizaba una expedición hacia los restos del Titanic se perdió ha acaparado los medios del mundo. Los cinco tripulantes se encuentran en una carrera contra la muerte, pues el oxigeno que tienen se agota.
Aunque se hundió hace años, exactamente el 14 de abril de 1912, cuando se chocó con un iceberg en su viaje inaugural que iba desde Southampton a Nueva York, este barco sigue generando interés para muchos. Los misterios de sus viajeros, la forma en la que se perdió en las profundidades y las historias de los sobrevivientes siguen siendo muy llamativas para millones.
Para algunos es algo absurdo, pero lo cierto es que visitar el trasatlántico más famoso del mundo es un sueño para muchos. Ver los restos del barco que aseguraban que no hundiría ni Dios es fascinante y aunque fotos, videos, documentales y hasta la película dirigida por James Cameron, lo cierto es que verlo en vivo y en directo es algo único en la vida.
Esto seguramente fue lo que pensaron los cinco tripulantes que se aventuraron en este viaje: Stockton Rush, el CEO de OceanGate, la empresa lidera el viaje; Hamish Harding es el presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; y el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet.
Estos tripulantes aceptaron el retador viaje para ver las ruinas del barco hundido. Esta misión pedía que fueran personas con disponibilidad de tiempo, con buena salud y que estuvieran al tanto de que podían morir en el viaje. Se preveía que el submarino contaba con oxígeno suficiente para que sus tripulantes soportaran aproximadamente 96 horas bajo el agua. Este tiempo se cumple este jueves 22 de junio.
El diario británico The Daily Mail les consultó a algunos expertos cuál será el estado de salud de las cinco personas que están a bordo del submarino y que pasará en la hora cero, cuando se queden sin oxigeno y pase lo inevitable.
Ken Ledez, especialista en medicina hiperbárica de la Universidad Memorial en St John’s, Newfoundland (Canadá), le dijo a dicho medio que los niveles de dióxido de carbono (CO2) aumentarán a medida que se vaya agotando el oxígeno. “Se convierte en un sedante, se vuelve como un gas anestésico y te vas durmiendo”, explicó.
Sin embargo, el panorama se pone peor, pues ya existe la posibilidad de que hayan muerto. Ray Sinclair, un exbuzo de autorización de la Marina Real y veterano de las Malvinas que ya había hecho una expedición al barco hundido, dijo a Daily Express US que las probabilidades de que los tripulantes hayan fallecido son bastante altas.
“Estos submarinos tienen baterías que tienen una vida finita y tienen depuradores de CO2 (...) Si esos depuradores de CO2 perecieran, sería cuestión de horas antes de que ellos también lo hicieran. La acumulación de gas los haría sentir muy somnolientos muy rápidamente y se desmayarían por eso”, agregó el exbuzo.
Es por eso que la búsqueda se ha intensificado y la carrera contra el tiempo no se detiene. No obstante, para los expertos, la posibilidad de que sobrevivían es cada vez menor, pues el oxigeno se acaba y pueden pasar varios días hasta que los encuentren.