En medio de las investigaciones del caso las autoridades confirmaron que el sacerdote se encontraba en compañía de otro hombre que lo abandonó en el bar donde reportaron su deceso.
Poco a poco se conocen más detalles del insólito fallecimiento del sacerdote, Javier Eduardo González Pertuz, quien tendría entre 35 y 40 años de edad, luego de que los trabajadores de un bar ubicado en el sector de Laureles, en Medellín, reportaran a las autoridades que lo habían encontrado derrumbado en una mesa del establecimiento.
Debido a las extrañas circunstancias de su deceso, las autoridades iniciaron las respectivas investigaciones del caso con el objetivo de esclarecer las causas por las que habría perdido la vida el pasado sábado 4 de febrero y hasta el momento, las primeras versiones indicar que habría sido abandonado por un hombre en ese bar.
Según explicó el coronel José Miranda, comandante de Policía en Medellín, ese mismo día el sacerdote salió del Seminario Misionero San José, donde trabajaba como formador, para ver el partido de la Selección Colombia sub-20 en compañía de ese sujeto con el que estuvo sus últimas horas de vida.
“El administrador del bar nos dice que él llegó en compañía de otra persona, que consumen algunas bebidas y que la persona que se encontraba con él se retira media hora después. Los hechos se presentan entre una y una y media de la mañana. La persona se va más o menos a las 2 de la mañana”, reveló en entrevista con Blu Radio.
Además, se conoció que el sujeto abandonó el lugar tomando el reloj, la billetera y el celular del sacerdote mientras él quedaba aparentemente dormido sobre la mesa, por esta razón, se ha convertido en el principal sospechoso de la muerte de González y ahora tratan de identificarlo.
De acuerdo con el informe de Medicina Legal, el sacerdote habría sido envenenado con un cóctel de licor al que le agregaron escopolamina, informaron en el medio TeleMedellín
Por el momento, las autoridades se encuentran revisando las cámaras de seguridad del sector para analizar el recorrido de su acompañante y así obtener pistas sobre su paradero.