Estresado, así estaba el periodista Edward Porras por una odisea que tuvo que pasar en medio de su labor en las calles de Bogotá y que por fortuna no pasó a mayores.
Edward Porras se ha convertido en uno de los periodistas más queridos y admirados de la televisión nacional que hace parte del equipo de Noticias Caracol. Su labor es estar atento a lo que ocurre en Bogotá mientras la mayoría de ciudadanos descansa y presentar sus informes durante la primera emisión del noticiero como parte de la sección ‘El ojo de la noche’.
En este espacio el comunicador se ha destacado por su particular forma de dar a conocer sus reportes, además, los televidentes aseguran que refleja profesionalismo y mucha dedicación a lo que hace para mantener bien informados a los ciudadanos sobre lo que sucede en las noches en diferentes puntos de la ciudad en cuestión de movilidad, seguridad, historias y más.
De hecho, también hay quienes lo aplauden porque cuando logra cubrir una falla que está afectando a algún sector en especial, procura hacerle seguimiento hasta que las autoridades correspondientes le prestan atención al inconveniente y tratan de resolverlo lo más pronto posible, dinámica que caracteriza al informativo, cuyo lema precisamente es “primero la gente”.
Por esta razón, en una de las más recientes emisiones de ‘Noticias Caracol’ el periodista no ocultó su molestia por una odisea que tuvo que vivir en medio de su labor en la noche, junto a su equipo de trabajo, que por fortuna no pasó a mayores.
Antes de revelar detalles sobre lo que le pasó, Porras expuso el caso de un fuerte accidente de tránsito que se registró en la calle 100 con Autopista Norte en Bogotá, casi a las 2:00 am del 25 de abril, donde una camioneta se volcó. “Dicen las autoridades que posiblemente el hombre que venía conduciendo, de 72 años con su esposa de 67 que lo acompañaba, excedía la velocidad, entraba a Bogotá, mordió el separador, perdió el control y terminaron volcados”, explicó.
Luego, informó que la pareja se encontraba recluida en un centro médico y enseguida aprovechó la oportunidad para hablar del problemón por el que casi no sale al aire en el informativo haciéndole un importante llamado a la Alcaldía.
“Huecos que provocan accidentes, huecos que acaban llantas. ¿La víctima? Obviamente hoy nos tocó a nosotros dos llantas por culpa de un hueco y así como nos pasó a nosotros ustedes no se imaginan la cantidad de conductores”, expresó inicialmente.
Y continúo: “El llamado a la gente del IDU porque es una vía principal, calle 13 con carrera 68, que es la salida del terminal de transporte, de sentido oriente occidente. Por favor para que tapen ese hueco, es bastante profundo y son muchas las personas afectadas”.
Con este reporte, Edward Porras quiso dejar en evidencia que el mal estado de las vías de la capital colombiana no solo aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tránsito, sino también otros dolores de cabeza como los daños que puede sufrir el vehículo y que para arreglarlo requieren en ocasiones de millonarios gastos por los que no hay quién responda.
“Para los que no saben, dos llantas se dañaron, cada llanta cuesta alrededor de millón cien y ahí quién responde. Así que por favor”, insistió recordando la dirección exacta donde se encuentra el hueco. “Por favor intervengan esta zona”, concluyó el periodista.
Hace unos meses el periodista estuvo en ‘Día a día’ y allí reveló cuál es su secreto para que no lo roben mientras ejerce su labor, un dato que a muchos espectadores les genera inquietud especialmente por la inseguridad que se vive en Bogotá a cualquier hora del día y en cualquier espacio.
Allí contó que sale a cubrir sus informes desde las 9:00 p.m. hasta las 5:00 a.m. con otros tres hombres; un camarógrafo, un asistente de cámara y un conductor. Juntos planean con anterioridad sus ubicaciones en las zonas donde estarán para que los encargados grabe los hechos, él busque la información y el conductor esté pendiente de los tres.
Además, aseguró que cuentan con el apoyo de la Policía y ya saben que lo primero que hacen cuando no encuentran a uno de sus compañeros es comunicarse para no estar expuestos a los peligros que representa la calle en horas de la noche.