La mujer aseguró que era un acuerdo al que había llegado con él en caso de que le negaban la eutanasia y ahora podría enfrentarse a una larga condena por asesinato premeditado.
El hecho se presentó en el hospital de Daytona Beach, en el estado sureño de Florida, en Estados Unidos, el pasado 21 de enero y las autoridades asistieron al lugar porque los llamaron desde el mismo centro asistencial luego de escuchar el estruendo que inmediatamente activó las alarmas de emergencias.
Aunque en primera instancia los trabajadores del hospital pensaron que se trataba de un nuevo caso de tiroteo, que en este 2023 ha opacado al territorio norteamericano con un registro de más de 30 tragedias que han dejado varios heridos y fallecidos, al hacer presencia en la habitación donde se encontraba la pareja se dieron cuenta que era un asesinato dentro de sus instalaciones, situación que jamás pasó por su cabeza y mucho menos el motivo que los habría llevado a tomar esta trágica decisión.
En la escena del crimen estaba la mujer de 76 años en shock al lado de la cama donde se encontraba el cuerpo de su esposo sin vida, y donde había permanecido durante más de cuatro horas luego de haberle propinado varios disparos al enterarse que le habían negado la eutanasia.
Una vez llegaron las autoridades y la asistieron para tratar su ataque de nervios, la mujer confesó que había llegado a un acuerdo con su esposo para matarlo si los médicos le negaban su solicitud, teniendo en cuenta que se encontraba en estado terminal y no querían prolongar el sufrimiento con el que estaba lidiando desde hace varios años.
Al conocer la determinación del centro médico, ella se encerró con el hombre en la habitación en la que estaba internado y fue entonces cuando le propinó varios disparos. Luego de hacer su confesión, las autoridades la esposaron, la sentaron en una silla de ruedas y la trasladaron en una patrulla a una estación de policía.
Allí relató que ambos pensaron durante mucho tiempo en su plan, de hecho, aseguró que de lo hacerlo él ya tenía la intención de suicidarse porque no quería seguir con su vida cargada de tratamientos médicos con los que en realidad no podría recuperar nunca su estado salud.
Por ahora, mientras las autoridades realizan las respectivas investigaciones del caso que por fortuna no dejó heridos u otras víctimas en el hospital, se presume que a pesar de su avanzada edad, la mujer podría enfrentarse a una larga condena por asesinato premeditado en primer grado si la encuentran culpable del asesinato.