La mujer sufría esquizofrenia, se alejó de su familia porque pensaba que querían hacerle daño y nadie notó su ausencia.
Este es el caso de Laura Winham, una mujer de 38 años que sufría delicadas enfermedades mentales y cuyo cuerpo fue hallado sin vida en mayo de 2021 “en un estado momificado, casi esquelético”, señalan medios internacionales, luego de que su hermano y su madre le exigieran a la policía ingresar a su lugar de residencia.
Winham vivía en una vivienda social en la ciudad británica de Woking, en el condado de Surry, en el Reino Unido, según lo revela el diario The Guardian. Desde que nació tuvo que enfrentar las dificultades del síndrome de Goldenhar, una enfermedad que causa anomalías en zonas como los ojos, las orejas, la mandíbula e incluso en la columna.
Además de este padecimiento, la mujer tuvo que luchar contra la esquizofrenia y los efectos de este trastorno que afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y comportarse de manera lúcida, la llevaron a alejarse de su familia porque creía que querían hacerle daño.
“El contacto con nosotros parecía ponerla bajo una enorme tensión. Se negó a vernos. Al final, lamentablemente tuvimos que respetar sus deseos”, expresó Nicky, la hermana de Laura.
La familia de la mujer asegura que fue “abandonada y dejada morir” por los servicios sociales y de salud de Inglaterra. “Todos los que estuvieron en contacto con Laura y tenían un deber con ella en algún momento, simplemente se limpiaron las manos y la olvidaron”, comentó Nicky.
Por esta razón presentaron una demanda contra el National Health Service, sistema de salud del Reino Unido, señalando que la entidad fue negligente porque no actuó frente a los claros signos de deterioro de salud de la mujer, sino que, cuando ella desapareció no hicieron ningún esfuerzo para ubicarla y saber qué había ocurrido.
Se cree que Laura Winham murió en noviembre de 2017, tan solo semanas después de que policías visitaran su casa por un incidente menor y reportaran el estado de negligencia en el que vivía. No tenía comida o acceso a servicios básicos. Además, no volvieron a actualizar el subsidio que recibía y que fue suspendido en 2016.
En 2014, un miembro de la asociación de vivienda social reportó que al parecer las enfermedades mentales que padecía no estaban siendo tratadas y que “se veía demasiado delgada”, pero nadie respondió el informe.
Su cuerpo fue hallado cuando su familia intentó visitarla para contarle que su padre había muerto. Al notar que no abría su hermano revisó la ranura para la correspondencia y vio un pie. Posteriormente, la Policía ingresó a la fuerza y encontraron su cadáver junto a una gran cantidad de cartas, recibos y una nota donde alcanzó a escribir: “Necesito ayuda”.