El gremio de meseros expresó su preocupación ante este tipo de hechos porque ponen en riesgo su vida y les afecta los bolsillos.
En una de las emisiones de Noticias Caracol expusieron el caso de tres meseros que fueron agredidos física y verbalmente por tres personas que pretendían abandonar el establecimiento donde habían consumido bebidas alcohólicas durante varias horas sin pagar la cuenta, que sumaba más de 1 millón de pesos.
Uno de los meseros implicados dio su versión de lo ocurrido y detalló que la situación se presentó sobre las 11:00 p.m. del pasado 23 de diciembre, cuando al tomar medidas para que ninguno de sus clientes se fuera del lugar sin pagar, terminaron siendo amenazados con arma blanca.
“Nos decían palabras racistas, nos trataban desde negros con groserías, desde la orientación sexual de uno de mis compañeros, lo insultaban bastante y aparte de eso por la tonalidad de piel de varios de nosotros nos decían que éramos guerrilleros, que éramos comunistas”, comentó el mesero Ricardo Guerra sobre la falta de respeto que recibieron cuando exigieron el pago de la cuenta.
“En mi caso particular me decían que yo debía estar en una lista de limpieza social para que nos mataran porque éramos guerrilleros, algo que no es cierto, que desmentimos acá porque somos trabajadores honestos, somos trabajadores que realmente estamos día a día luchando precisamente para poder sacar nuestros proyectos personales de la mejor manera, de la manera más honrada”, agregó.
Del mismo modo, aclaró que era la primera vez que veían a estas personas en el establecimiento y señaló que lo que necesitan además de seguridad para proteger su integridad, es el apoyo para que sus clientes no se vayan sin pagar.
“Donde trabajamos es un lugar donde se supone que hay todo un complejo de seguridad que fue el que nos ayudó precisamente, pero nosotros también solicitábamos ante la compañía en la que trabajábamos el acompañamiento de seguridad no solamente por la integridad de nosotros, sino también porque a veces uno tiende como a mitigar el que se le vuele a uno un cliente con un consumo alto dentro de esa mesa”.
En este caso las personas no querían pagar la cuenta que en total era de $1.382.000 pesos porque era de todo el consumo que hicieron durante la noche. “Es habitual que en este establecimiento las cuentas se sumen entre los 450, hasta el millón de pesos y más...”, aseguró la víctima.
Por otro lado, recordó que uno de los sujetos sacó un arma blanca cuando cerraron las puertas para que nadie se fuera sin pagar. “Se voltea, le apunta a mi compañera con el arma y de un momento a otro me dice: ‘si usted también se mueve los voy a matar a los dos’”.
Aquí puede ver el informe completo de lo ocurrido con la opinión de Asobares y la Corporación Gastronómica de Colombia: