La Organización Mundial de la Salud considera que una persona es “superdotada” cuando su coeficiente intelectual es superior a 130. Sin embargo, hay otras habilidades que no son tan fáciles de detectar.
En los últimos días ha sido noticia la historia de Teddy, un niño que a sus 2 años aprendió a leer por sí mismo y que, por sus cualidades, fue aceptado como el miembro más joven de la asociación internacional de superdotados Mensa en Reino Unido, donde eligen a sus nuevos integrantes teniendo en cuenta que su puntuación sea de 98 o superior en una prueba de inteligencia.
Del menor que hoy en día tiene 4 años y residente en la localidad inglesa de Portishead, se conoce que también puede contar hasta 100 en seis idiomas diferentes al inglés, incluido el mandarín.
¿Cómo ha desarrollado sus habilidades? En entrevista con BBC, Beth Hobbs, madre del menor, contó que su método de aprendizaje fue “viendo la televisión infantil y copiando los sonidos de las letras” durante la pandemia por coronavirus.
“Está comenzando a darse cuenta de que sus amigos aún no pueden leer y no sabe por qué. Pero es muy importante para nosotros mantenerlo con los pies en la tierra. Si puede hacer estas cosas, entonces está bien. Pero él lo ve como ‘sí, puedo leer, pero mi amigo puede correr más rápido que yo’, por lo que todos tenemos nuestros talentos individuales”, destacó su progenitora.
A sus dos años Kashe Quest fue calificada como la persona más inteligente del mundo con un coeficiente intelectual de 146, de hecho, logró ingresar a la asociación de superdotados American Mensa porque a su edad ya sabía leer, escribir, contar hasta 100 y hasta señas de lenguaje para sordomudos.
Sukhjit Athwal, madre de la menor, contó que notaron su inteligencia desde que era muy pequeña porque mostraba una memoria extraordinaria y a los 18 meses podía reconocer el alfabeto, colores, números y formas.
Otra historia que ha sorprendido al mundo es la de Arnav Sharma, británico de origen indio, quien obtuvo un resultado de 140 puntos en la prueba que establece la inteligencia de las personas. Además, según indicó el diario británico The Independent, Arnav se presentó al examen sin haberse preparado para éste.
El caso de la niña inglesa Heidi Hankins no se queda atrás, pues obtuvo 159 de coeficiente intelectual, un punto por debajo del genio científico Albert Einstein.
El educador León Trahtemberg explicó a RPP Noticias que todos nacemos con una cierta dotación intelectual genética que se fortalece de acuerdo con el entorno, de eso depende que el talento se pueda desarrollar en mayor o menor medida.
Entre las características que destacan a los niños o las personas que son superdotadas es su gran capacidad creativa, suelen tener una gran motivación por el aprendizaje y llevan ventaja en todas las áreas. Además, se identifican porque pueden llegar a sentirse diferentes al resto de los niños sin comprender la razón.