Después de tres años de juicio se dio sentencia al aparente responsable de la desaparición y muerte de la menor perteneciente a una de las familias más adineradas de la ciudad.
Uno de los casos más misteriosos de la élite colombiana volvío a ser noticia esta semana luego de conocerse el fallo de un juez primero especializado de Cundinamarca, en el que se definió que Camilo Fidel Pinzón Gómez es el responsable y uno de los autores del crimen en el que desapareció la joven Jesseca Helena Laserna en 2019.
Este caso generó conmmoción entre las familias más adineradas del país ya que se trataba de una larga historia de dolor para la familia Laserna. Cabe aclarar que los Laserna es una de las familias más adineradas pues su patriarca, Mario Laserna Pinzón, fundador de la prestigiosa Universidad de los Andes y quien en vida se encargó de posicionar a su familia en la educación, la economía y la política colombiana.
La historia que comenzó hace muchos atrás incluye a tres personajes: Liliana Laserna, (madre), Camilo Pinzón (padrastro) y Helena Laserna (hija). La menor nació en 1998 fruto de una relación que tuvo Liliana con un alemán, la niña nación con una discapacidad ya que fue diagnosticada con autismo y por muchos años tuvo que ser tratada con cuidados especiales para tener una vida normal.
Sin embargo, en 2007 luego de varios años de ser madre soltera, Liliana conoció a Camilo Pinzón, un hombre que fue a arreglar un televisor a su casa y aunque no venía de una familia adinerada se enamoró de él. Desde entonces empezaron su relación y él se convirtió en su pareja estable y padrastro de su hija Helena, pero Pinzón nunca tuvo buenas intenciones.
Liliana también tiene problemas con su salud mental, pues tiene trastornos psiquiátricos de esquizofrenia y paranoia, que fueron usados en su contra por su supuesto amor. Gracias a su poca estabilidad mental, Pinzón la manipuló durante muchos años y la usó para obtener dinero con la excusa de llevar a Helena a tratamientos médicos para que se recuperara del autismo que padecía.
La relación entre ambos fue conflictiva, problemática y hasta tóxica, pues Liliana se alejó de su familia en 2008 y desde ese momento su salud mental se vio todavía más afectada. En medio de esos conflictos, los hermanos de Liliana le pidieron al ICBF intervenir para quitarles las custodia de Helana y garantizar que la niña estuviera bien, pues había indicios de maltrato.
Desde entonces Helena fue internada en la Asociación Colombiana de Padres e Hijos Emprendedores Sociales (Acphes), al norte de Bogotá, pero su mamá y su padrastro intentaron sacarla rompiendo los vidrios y escalando las paredes. Por esa razón, ambos fueron internados en una clínica psiquiátrica, pero algunos meses después les dieron de alta y les devolvieron a la niña.
Así pasaron varios años “en la normalidad” pero en 2016 fue cuando todo se desató, pues supuestamente Camilo Pinzón se quedó con Helena porque Liliana renunció a su custodia y entonces le confesó a Juan Mario Laserna, antes de que este muriera, que se iba a llevar a niña al exterior para probar un tratamiento de células madres que curaría su autismo.
Dos años después, la hermana mayor de Liliana, Dorotea Laserna, se enteró que la niña había muerto supuestamente durante el tratamiento, sin embargo, ahí empezaron las incongruencias, pues aunque la niña si murió nunca se supo porqué.
En 2019, Camilo y Liliana fueron capturados y se empezó su proceso judicial, pero por muchos aplazamientos hasta este 5 de octubre se dio la sentencia en la que se definió que Camilo es culpable de la muerte de Helena y Liliana fue absuelta porque su expareja la manipuló todo el tiempo engañándola.