En sus 14 años como presidente de Venezuela, el político llamó la atención en varias oportunidades por sus fuertes declaraciones.
Tras 10 años de su muerte, Hugo Rafael Chávez Frías sigue siendo el líder mejor valorado en Venezuela. Según un estudio de Detanálisis, tiene una aprobación del 56 % y ningún otro político, ni del Gobierno ni de la oposición, se le acerca en popularidad. De hecho, el mismo informe señala que la aceptación del actual mandatario Nicolás Maduro es apenas del 22 %.
En la tarde del 5 de marzo de 2013 fue cuando se confirmó su fallecimiento luego de dos años de lucha contra el cáncer, que le fue diagnosticado en 2011, y más de 13 de mandato. “Recibimos la información más dura y trágica que podamos transmitir. A las 4:25 de la tarde de hoy 5 de marzo ha fallecido el presidente Hugo Chávez Frías”, expresó en aquel momento Maduro con la voz quebrada y lágrimas en sus ojos desde el Hospital Militar de Caracas.
Con la intención de conmemorar su vida y trayectoria en el mundo de la política, seguidores y dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela organizaron distintas actividades en plazas públicas que se llevaron a cabo el domingo 5 de marzo de 2023. Ese mismo día, se realizaron foros sobre su vida y obra y un acto cívico-militar en el Museo de la Revolución Bolivariana o Cuartel de Montaña, ubicado en el oeste de Caracas, donde reposan sus restos.
Chávez llegó al poder en 1999 tras ganar las elecciones con el 56,5 % de los votos, se consagró como fundador de la llamada revolución bolivariana y protagonizó un polémico mandato marcado por el apoyo popular y el autoritarismo que continuó con el actual presidente Maduro, a quien él mismo señaló como su sucesor.
A lo largo de sus más de 13 años al frente de Venezuela, atravesó polémicos momentos que le dieron la vuelta al mundo y que hoy muchos recuerdan a propósito de sus 10 años de fallecimiento.
En ese momento el entonces mandatario levantó su mano derecha y juró como presidente de Venezuela sobre la Constitución de 1961, a la que llamó “moribunda”, realizar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución que estuviese acorde a estos tiempos.
Además, ese mismo día firmó un decreto para convocar un referéndum consultivo que se llevó a cabo el 25 de abril de ese mismo año y luego de que el pueblo venezolano votara a favor de esta, el 10 de enero de 2007, cuando tomó juramento para el período 2007-2013, dijo que entregaría “sus días y sus noches y su vida entera en la construcción del socialismo venezolano”.
Luego de un paro iniciado por la alta gerencia de la estatal Petróleos de Venezuela, la principal empresa del país, Chávez decidió despedir a siete de sus líderes en una memorable transmisión de su programa Aló, Presidente.
La escena llamó la atención porque al tiempo que iba anunciado sus nombres, el presidente hacía sonar un silbato como si se tratara de un árbitro de fútbol marcando un offside (fuera de juego). “Ya está bueno. Una élite de PDVSA se ha pasado de la línea”, dijo en ese momento y agregó: “Se convirtieron en saboteadores de una empresa que es de todos los venezolanos”.
Cuatro días después de hacer el anuncio del 7 de abril y tras una enorme manifestación que llegó a las cercanías del palacio presidencial de Miraflores, Chávez fue derrocado durante 48 horas y tras superar esta crisis aseguró que si se salvó de aquellos días del 11, 12 y 13 de abril de 2002, se debió a un milagro de Cristo, puesto que estaba “casi muerto en manos de la burguesía”. El 14 de abril en la madrugada regresó al Palacio de Miraflores.
En referencia al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el mandatario venezolano ejerció su derecho a la palabra en la reunión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas y comentó: “Ayer el diablo estuvo aquí”, para luego agregar: “En este mismo lugar huele a azufre todavía”.
En una tarima ubicada en la avenida Bolívar de Caracas, apareció Chávez vestido de negro y bajo una fuerte lluvia, para ofrecer su discurso de cierre de su campaña electoral. Su imagen en ese momento causó gran impresión, pues ya eran evidentes las marcas en su cuerpo causadas por su lucha contra el cáncer.