Detrás de la excéntrica corona se esconde una oscura historia.
Sobre las 5 de la mañana, hora Colombia, se llevó a cabo la coronación del nuevo rey Carlos III quien fue coronado en la abadía de Westminster en Londres.
“Rey de reyes y señor de señores, bendice, te suplicamos, esta corona, y santifica así a tu siervo Carlos, sobre cuya cabeza la colocas hoy en señal de majestad real, para que sea coronado con tu bondadoso favor y colmado de abundante gracia y de todas las virtudes principescas; por aquel que vive y reina supremo sobre todas las cosas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén”, fueron las palabras que usó el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, mientras le ponía la corona de San Eduardo.
De acuerdo con la BBC: “La corona fue creada para la reina Isabel, madre de Isabel II, para la coronación del rey Jorge VI el 12 de mayo de 1937. Además de usarla en las inauguraciones estatales del Parlamento durante el reinado de su esposo, se la ciñó para la coronación de su hija, la reina Isabel II, en 1953″.
Sin embargo, más allá de lo excéntrica que pueda ser la corona, tiene un detalle que ha causado revuelo durante décadas.
Reino Unido, en varias ocasiones, ha tratado a toda costa de evitar problemas diplomáticos con India, Pakistán, Afganistán e Irán, territorios que en varias ocasiones se han reclamado como legítimos propietarios de la gema que tiene en toda la parte de adelante.
Y pese a que no es la gema o el diamante más grande o perfecto del mundo, si se ha convertido en uno de los más llamativos, famosos y polémicos de la historia.
En total son 108 quilates que ahora reposan sobre la cabeza del nuevo Rey Carlos III, que podría decirse es uno de los tesoros más grandes de la famlia y del país.
Entre las figuras que han tenido este diamante en su poder han sido gobernantes afganos, guerreros de Irán, príncipes mongoles y hasta marajas de Punjab.
Pero detrás de lo hermosa de esta pieza hay una maldición que la precede. De acuerdo con Ad magazine: “Así, la leyenda de la maldición de la joya de la corona nació: quien posea este diamante dominará el mundo, pero también conocerá todas sus desgracias. Solo Dios o una mujer pueden llevarlo con impunidad. Pasaron los años y esta nunca salió de su empaque, hasta llegar a la India de nueva cuenta y en 1877, cuando la Reina Victoria fue nombrada Emperatriz de la india, se le otorgó. La leyenda fue “confirmada””.
Era quizá una de las teorías conspirativas más aterradoras alrededor de Isabel II. Hace varios años, un hombre llamado Jim Willie, aseguró que la reina formaba parte de un culto que se encargaba de robar niños en Canadá para comérselos literalmente. Esta teoría fue sostenida por un testigo identificado como William Combes, un testigo que antes de un juicio contra la reina perdió la vida misteriosamente.
Así también la acusación fue respaldada por un soldado de la familia real, quien recalcó que en el Castillo de Windsor había un congelador en un cuarto que muy pocas personas tenían la autorización de abrirlo y en el que posiblemente había restos humanos de menores.
Uno de los cuentos más extendidos en redes sociales sobre la familia real británica sostiene que Isabel II era una reptiliana, descendiente de una especie alienígena que puede cambiar su apariencia física a su acomodo.
Esta conspiración ha ido tomando fuerza con el tiempo, ya que estuvo durante casi un siglo como jefe máxima de la monarquía inglesa y su madre vivió hasta los 101 años, por lo que al mismo tiempo algunos afirman que es posible que pertenezca a una especia que quiere dominar el mundo desde hace más de 300 mil años.
La publicación de un video de pocos segundos en el que la reina Isabel II hacía el característico saludo nazi en 1933, cuando apenas tenía siete años, alimenta la teoría de que su familia y en especial ella simpatizaba con Hitler.
En el material audiovisual se puede ver a la reina Isabel haciendo lo que parece ser un saludo nazi, lo que indignó a millones de personas al rededor del mundo.
Cuando el diario The Sun publicó la imagen, la casa real se pronunció al respecto, por medio de un vocero del Palacio, expresando:
“Es decepcionante que una cinta, filmada hace ocho décadas y que, aparentemente, pertenecía al archivo familiar personal de Su Majestad, haya sido obtenida y explotada de esta manera”.
Diana fue objeto del escrutinio mundial y de la atención mediática durante y después de su matrimonio, el cual finalizó el 28 de agosto de 1996. Su vida, obra e inesperada muerte en un accidente de tráfico, acaecida el 31 de agosto de 1997, la convirtieron en un auténtico mito de la cultura británica y en un personaje extremadamente popular. Es considerada tal vez la mujer más famosa y fotografiada del mundo en aquella época.
No obstante, su muerte ha sido tema de conversación por décadas. Libros, películas y hasta documentales han plasmado lo que sucedió esa noche y hay varias versiones que podrían indicar que no se trató de un accidente, sino que alguien los mandó a matar y que posiblemente estaría relacionado con la corona británica.