Los pequeños sobrevivieron al choque de la avioneta en la que viajaba el pasado 1 de mayo.
Colombia estaba a la espera de encontrar a Lesly Mucutuy de 13 años, Soleiny Mucutuy de nueve años, Tien Noriel Ronoque Mucutuy de cuatro años y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy de 1 año recién cumplido. Quienes sobrevivieron al choque de la avioneta en la que viajan el pasado 1 de mayo.
Los pequeños, aunque bastante delgados, estaban bien gracias a su hermana mayor. Lesly los guió y cuidó en la selva gracias a los conocimientos que tenía de la zona, de la supervivencia y de su cultura que le había enseñado su abuela. Con tan solo 13 años logró salvarlos a todos.
En medio de la búsqueda de los menores, un miembro fundamental de la Operación Esperanza se perdió, se trata de Wilson, el perro que guió a todos por la selva. De hecho, el canino encontró primero a los niños y estuvo con ellos varios días. Pero una vez estuvo con ellos se perdió. De acuerdo con Lesly, el perro estaba buscando a alguien y se desapareció.
No obstante, un día antes de que encontraran a los pequeños, el bloque de búsqueda vio a Wilson, pero este estaba desorientado y asustando. “Nosotros el día 8 (de junio), un día antes de salir de la selva, alcanzamos a ver al canino a 30, 40 metros y el perro se nos apareció y alcanzamos a ver a Wilson. El compañero mío intentó como jugarle, cómo activarlo, cómo llamarlo para ver si venía hacia nosotros, para cogerlo, pero el perro se asustó y salió y se perdió otra vez en la selva”, reveló a Blu Radio Carlos Villegas, miembro de la Defensa Civil.
Ahorra, la Operación Esperanza continúa buscando a Wilson, pues no quieren dejarlo atrás. “Nuestra premisa como comandos: jamás se abandona a un compañero caído en el campo de combate. Avanza la Operación Esperanza en la búsqueda de nuestro canino Wilson, quien haciendo rastreo y en su afán de encontrar a los niños se aleja de las tropas y se pierde”, aseguró el general Helder Fernán Giraldo Bonilla.
Por su parte, los pequeños ya están a salvo en Bogotá, recibiendo los cuidados necesarios para recuperarse. En una entrevista, el general Pedro Sánchez, comandante de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, dio detalles de lo que vivieron los niños.
“Un área donde llueven 16 horas al día, al ser totalmente virgen es totalmente densa, árboles de 40, 50 metros, que hace difícil por un lado ver”, detalló.
Además, reveló que la razón por la que estaban completamente seguros de que estaban vivos era la dificultad de su búsqueda. “Si estuvieran muertos sería también más fácil encontrarlos porque estarían estáticos y tal vez el olor y los animales nos orientarían donde se encuentren”, detalló.
Muchos se preguntan cómo sobrevivieron a las adversidades de la selva. A esta pregunta el líder de la guardia indígena, Lucho Acosta, le dio a W Radio lo siguiente: “la formación de estos niños desde sus familias indígenas sobre cómo alimentarse en la selva ayudó a que sobrevivieran, así como el apoyo espiritual de sus abuelos”.
Además, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) dispuso en coordinación con las Fuerzas Militares centenares de kits de supervivencia por la zona en la que sabia que estaban los niños. Dentro de los mismos había bebidas y alimentos para los pequeños.
“Estos kits de supervivencia suministrados por el ICBF contienen lo siguientes elementos: fariña (comida nativa de la región), sueros orales, agua, bocadillos, galletas y un encendedor”, explicó a Revista Semana el mayor Jesús Rivera Ortiz, comandante de la Operación Esperanza.
Gracias a estos alimentos los pequeños pudieron comer y dejar rastros, unos que Wilson y los demás miembros del bloque de búsqueda utilizaron como guía para encontrarlos. Además, se utilizaron silbatos, reflectores y hasta un mensaje de la abuela de los menores para encontrarlos.