El sujeto se refería a él mismo como “Jesucristo hombre” y fue representante de la iglesia Creciendo en Gracia.
Su nombre es José Luis de Jesús Miranda, un hombre que nació en la ciudad de Ponce, Puerto Rico, en 1946, y que se refería a él mismo como “Jesucristo hombre”.
Este sujeto logró fundar una de las organizaciones religiosas más controversiales de los últimos tiempos en Latinoamérica que llegó a expandirse en más de 30 países, entre ellos Brasil, España, Estados Unidos, Perú y Alemania.
Miranda aseguraba que su “conversión” se había producido en 1973 mientras vivía en Massachusetts donde, según su testimonio, vio a dos ángeles que descendían hacia él y, de repente, se manifestó el cuerpo de Cristo en él.
A partir de ese momento, él mismo se bautizó como “Jesucristo hombre” y en 1986 fundó la iglesia Ministerio Internacional Creciendo en Gracia, considerada por muchos como una secta que llegó a sumar más de 100.000 seguidores.
Esta comunidad religiosa giraba entorno a algunas ideologías católicas que se fueron transformando a medida que Miranda iba explorando otros campos teológicos y les empezaba a dar su propia interpretación para ponerlos en práctica.
En 1998 aseguró que él era la reencarnación del apóstol Pablo y mencionó que quienes son elegidos por Dios desde antes de la creación del mundo, siempre serían salvos sin importar lo que hicieran o dejaran de hacer.
Con su discurso contradecía escritos tan antiguos como el del apóstol Pedro, a quien satanizaba como todo lo contrario a lo que era en esencia Creciendo en Gracia.
En 2005, José Luis de Jesús Miranda, también conocido como ‘Papi’, anunció oficialmente que él era Cristo, explicando que el Jesús del siglo I era la manifestación de Dios en carne humana, pero él era la representación de la segunda aparición del ‘Todopoderoso’ en la tierra.
Siete años después, sentenció que se transformaría en un ser indestructible e inmortal y que los miembros de su iglesia podrían atravesar paredes y tocar el fuego sin quemarse.
Aproximadamente un año después de haber hecho este anuncio se confirmó su muerte en 2013, pero aún así su discurso sigue vigente en distintas partes del mundo, pero como es de suponerse, con menos fuerza de lo que fue cuando él estuvo en vida.
La ideología que este célebre personaje religioso logró expandir en diferentes partes del mundo ha sido objeto de estudio, pues tuvo tanto impacto que hizo que sus seguidores lo llamaran El Consolador, El Salvador, Dios, Padre y Papi.
Además, todos los fanáticos de esta secta se caracterizan por tatuar en su cuerpo el número “666″ junto con las letras “SSS” que, de acuerdo con sus explicaciones, los hace propiedad de “Jesucristo Hombre”, señal que él también tenía en su antebrazo.
Entre las investigaciones que se han hecho sobre su historia, se dice que algunas de sus interpretaciones se tomaron del libro del Apocalipsis con la intención de nombrarse a sí mismo como el Anticristo.
En su ministerio no existía el diablo, el infierno y el pecado, pues aseguraba que todo esto había muerto con la ofrenda que hizo Jesús al ser crucificado para salvar a la humanidad de sus culpas.