El menor ha estado más de seis veces bajo la protección del ICBF.
La instrumentalización de menores de edad para la comisión de delitos como homicidios, hurtos y tráfico de drogas, es una problemática que lamentablemente va en aumento, de acuerdo con el más reciente informe que entregó la Policía a finales del mes de octubre de este 2022.
Según este reporte, durante el 2021 se capturó a 739 menores infractores, mientras que en lo que va corrido de este año se han aprehendido 779. Expertos aseguran que el panorama no mejora probablemente por dos causas; la primera en relación a la manera como operan las bandas criminales luego de identificar a los niños, niñas y adolescentes que seguramente no levantarán sospechas a la hora de cometer un delito.
Por otro lado, explican que la segunda causa sería la protección que les otorga la jurisprudencia, teniendo en cuenta que las leyes colombianas indican que los menores de 14 años que cometen delitos no se pueden judicializar sino que deben ser entregados al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), porque en estos casos no se ven como victimarios sino como víctimas y por lo tanto se busca el restablecimiento de sus derechos.
Aunque su identidad no ha sido revelada, sí se conocen varios detalles sobre la vida de este niño que, a comparación de otros menores, cambió repentinamente una vez su familia se trasladó de Bucaramanga, ciudad en la que nació, a las laderas de Cali, zonas que están compuestas principalmente por desplazados que viven en condiciones de extrema pobreza u otras dificultades.
Su abuela le explicó a las autoridades que cuando era más pequeño estuvo mucho tiempo solo porque a ella y a su madre les tocaba trabajar, por esta razón, considera que el menor empezó a tomar malos pasos sin que se dieran cuenta a tiempo.
El primer homicidio que cometió este niño, de acuerdo con las autoridades, fue en un parque del barrio El Vallado el pasado 31 de agosto a las 22:00 horas, ese día acabó con la vida de otro menor que era su mejor amigo y tenía apenas 15 años.
Luego de este suceso la Policía lo entregó al ICBF por atacar con un cuchillo a una persona e intentar robarle una motocicleta, pero esto apenas era el comienzo de una impactante historia que marcaría un récord delictivo a manos de un menor de edad.
Por ahora se conoce que la última vez que fue entregado a esta entidad fue el 10 de octubre por el homicidio de un hombre de 48 años, completando de esta forma siete visitas que no han terminado nada bien porque logra escaparse. Su mamá y su abuela decidieron entregarlo a las autoridades ante las amenazas de muerte que reciben a diario a raíz de sus delitos.